Las lesiones y sus consecuencias son una de las principales causas de mortalidad en la tercera y cuarta edad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde el Colegio de Kinesiólogos bonaerenses (Cokiba) advierten que un año de ejercicio reduce el riesgo de golpes contra el piso en un 60% y también puede generar grandes cambios en la salud. Es que si bien la expectativa de vida va en crecimiento -para 2050 en nuestro país va a estar entre los 80 y 90 años- el desafío es avanzar también en calidad de vida.

"El 10 por ciento de las caídas son serias y traen consecuencias en la salud de las personas, produciendo déficits funcionales que los limita en su vida cotidiana pudiendo llevarlos a depender del cuidado de otras personas, la reclusión social y en situaciones extremas, la muerte", señalaron desde Cokiba.

"Es un mito que las caídas son parte inevitable del envejecimiento ya que podemos tomar medidas para minimizar las causas por las cuales se producen. La clave es el ejercicio, la actividad física preventiva y terapéutica que desarrollamos con la población adulta", explicó David García, licenciado en Kinesiología y Fisiatría.

En mujeres que sufren fracturas de cadera, el índice de mortalidad alcanza el 20 por ciento durante el primer año después de la caída; y en varones, las estadísticas son aún más desalentadoras y rondan el 35 por ciento.

García explicó que "la kinesiología promueve un abordaje preventivo". La recomendación básica es "salir del sedentarismo, la función muscular es clave".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el fortalecimiento muscular y ejercicios de equilibrio realizados por profesionales sanitarios con formación adecuada. Según un informe de la OMS de 2017, las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales o no intencionales.

Los ejercicios de fuerza y equilibrio realizados no menos de tres veces por semana durante un año, reducen las chances de sufrir tropiezos y lesiones en un 60 por ciento.

Las personas que están con mayor riesgo de estos accidentes son quienes ya han tenido una experiencia anterior, porque el miedo a un nuevo episodio comienza a limitar los movimientos y eso genera una reducción en la actividad, el alerta y la función.

Uno de los principales factores que tiene incidencia, es la debilidad en los músculos distales de la extremidad inferior, lo que genera el roce (arrastre) del pie en el piso y por consiguiente, deriva en el desplome de la persona.

Otros factores que influyen en los tropezones, son los problemas de equilibrio durante la marcha, el déficit en la visión o en la audición, el uso de múltiples medicaciones e incluso la ingesta de alcohol, que a raíz de la menor masa muscular que tienen los adultos, es absorbido en menor medida e ingresa con mayor facilidad al torrente sanguíneo.