El Papa León XIV recupera una polémica tradición que el Papa Francisco había eliminado de la Iglesia Católica
El Papa León XIV ya empieza a imprimir su sello personal en el Vaticano. En un movimiento inesperado -pero con fuerte carga simbólica-, el nuevo pontífice decidió restaurar una antigua tradición papal: otorgar una gratificación económica a todos los empleados del Vaticano con motivo de su elección.
El gesto, que había sido eliminado por el Papa Francisco en su cruzada por simplificar los protocolos y reducir gastos, fue interpretado por muchos como el retorno de una era más ceremonial dentro de la Iglesia. Según confirmaron fuentes internas del Vaticano, cada trabajador de la Santa Sede recibirá una "propina" de 500 euros, que será incluida en la nómina del mes.