Estados Unidos acordó con  China  la reducción de los aranceles a los productos chinos del 145% actual al 30%, mientras que China reduciría sus derechos de importación sobre productos estadounidenses del 125% al 10%. 

El acuerdo no incluye aranceles específicos que Trump impuso a sectores como los semiconductores, servicios médicos, aluminio y acero. Chino no aclaró si removerá los controles a la la exportación a Estados Unidos de minerales críticos.

"Llegamos a la conclusión de que compartimos intereses", declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent, como si eso fuera una novedad. "El consenso de ambas delegaciones es que ninguna de las partes desea una disociación", añadió. Las declaraciones del secretario del Tesoro se parecen bastante a un retroceso, luego del castigo que sufrieron las acciones que cotizan en Wall Street, con la consecuente bronca de los millones de estadounidenses que invierten sus ahorros en la bolsa de Nueva York.