"Estábamos los tres. Mi papá, Ernesto y yo. Inclusive dejamos de estudiar en la secundaria para ponernos a trabajar. La primaria la hicimos en la Escuela Normal y el secundario en Industrial, pero Ernesto dejó en quinto año y yo en segundo. Teníamos ganas de progresar, de trabajar, y en esa época no era tan problemático ese tema porque había mucho laburo. Así pasaron los años y luego compramos el galpón de la avenida Pringles, frente a la cancha del club Ferro Carril Sud, y allí instalamos la planta de recapados. Ahí se laburaba muchísimo. Prendíamos la caldera a las 5 de la mañana y la apagábamos a las 8 de la noche. En verano era un horno. Era todo artesanal, a mano. Los recapados se hacían mucho para los autos inclusive, y los camiones por supuesto. Y en los camiones se sigue haciendo, pero no en los vehículos porque han cambiado las cosas en cuanto a la velocidad por ejemplo, y entonces no se usa el recapado de las cubiertas; ahora se cambian" siguió contando Horacio.

"Se hacía el pulido, el embandado (la banda del rodamiento) y el cocinado. Ese lugar con las calderas a pleno era terrible el calor, y había que desarmar las cubiertas a mano, pegándole con la maza. Pero ahora todo ha cambiado, ya que ahora es todo eléctrico. La gomería ahora es un consultorio. Y después compramos este local; en 1985, para la inundación, en Avenida Del Valle al 3500, y comenzamos a comercializar los neumáticos" dice Horacio, sentado cómodamente en una de las oficinas del amplio predio que Castagnari Neumáticos tiene sobre la Del Valle mientras en el interior el ritmo es incesamente.

"Este local nuevo luego lo ampliamos. Por supuesto se dejó de recapar y entonces el local anterior se utiliza ahora como depósito lleno de cubiertas. Así que hubo invertir mucho en maquinarias e inclusive este año trajimos maquinarias nuevas para trabajar en autos y en camiones, una alineadora de última generación a láser. No se trabaja más con cable, sino con láser. Acá hacemos alineación y balanceo de autos y camionetas, y sólo balanceo de camiones. También hacemos todo lo que es tren delantero en cuanto a amortiguación por ejemplo. Y además estamos muy bien en lo que es venta de neumáticos Pirelli, que es un producto que está en la vanguardia. No de gusto la Fórmula 1 Internacional tiene neumáticos de la marca" siguió comentando Horacio Castagnari.

"Con la tecnología que se ha incorporado se aceleran los tiempos y se achica el margen de error. Es decir, no hay error. Es imposible que lo haya en alineación y balanceo. Los autos andan a 200 kilómetros por hora y entonces no se puede errar. El personal ya no hace fuerza, para nada, ya que todo es hidráulico. Se desarma y se arma en forma muy rápida, en diez minutos. Así que el trabajo que tenemos es mucho, con el gobierno que pase acá hay trabajo. Vienen viajantes de otras marcas y se sorprenden, pero detrás de todo eso hay una trayectoria de 60 años que es fundamental. Y tenemos clientes no sólo de Olavarría, sino de otras ciudades como Azul, Tapalqué, Bolívar, Chillar, La Madrid, Benito Juárez, ya que el Enlace que se hizo permite que muchos clientes de esas ciudades vengan para Olavarría" resaltó.

"Acá se trabaja con las cementeras, con grandes empresas, canteras, las estancias, ya que todas tienen cuenta corriente, y además tenemos un buen producto como es Pirelli y un trabajo rápido y eficiente. Tenemos un plantel de doce personas: siete empleados y cinco que somos del directorio. Estoy a cargo después que falleciera mi hermano Ernesto -hace seis años-, por lo que están los dos hijos de Ernesto (Fernando y Alejandra) y los dos hijos míos (Carla y Marcos), con empleados de muchos años como Mariela Schwab que hace 32 que está con nosotros, y en el parque hay empleados de hace mucho tiempo también. Todo hace que se trabaje en un lindo clima, un lindo ambiente, y así se hace más llevadero. Yo estoy jubilado y podría no venir, pero es más fuerte que yo y sigo trabajando. Me gusta" terminó diciendo Horacio Castagnari.