Cabañas Rincón Soñado, en el corazón de Sierras Bayas
"Cabañas Rincón Soñado surge como idea en primer lugar al ver la posibilidad de darle una utilidad a un predio familiar de una belleza singular. Junto con las ansias de rescatar un amplio predio con una arboleda y un emplazamiento únicos en la zona, aparece la oportunidad de generar un mercado nuevo en la zona: el turístico. Fuimos pioneros en la instalación de cabañas en Sierras Bayas, localidad que promete ser el centro turístico del partido de Olavarría", comentó Claudia Wagner, una de las propietarias junto con su esposo Fabián Randazzo, Nora Yungblut y Sergio Randazzo.
"Iniciamos nuestra actividad propiamente dicha a mediados de 2008, al habilitar una cabaña con capacidad para 4 personas. Posteriormente alistamos otra unidad para 10 pasajeros, luego una matrimonial y últimamente se sumó una para 6 pasajeros. Esta evolución se dio en forma paulatina junto con el crecimiento de la afluencia de visitantes. En un comienzo nuestros visitantes eran familiares de gente del pueblo que no tenía en donde quedarse, pero hoy estamos recibiendo turistas genuinos que eligen nuestro pueblo y el centro de la provincia de Buenos Aires como destino para sus vacaciones", agregó.
Las cabañas consisten en antiguas casas de campo, recicladas, con un estilo rústico, cálido y confortable acorte al entorno natural que las rodea, con una pileta de natación de amplias dimensiones donde los pasajeros pueden disfrutar de una refrescante actividad acuática. Pero lo mejor está por venir. Se está construyendo y entra en su última etapa. Un restaurante y salón comedor muy original.
"La idea fundamental surge como una necesidad de lo que pide la gente. En el pueblo no hay ningún emprendimiento gastronómico importante, que atraiga. Comenzamos con la idea de hacer algo distinto, primero fue una casa de té y como lo hablamos en familia, decidimos armar algo distinto. Nos atraía la idea del ferrocarril, buscamos vagones para reciclar y encontramos el que logramos llevar a nuestro lugar desde Santa Luisa. Hicimos todos los trámites y traerlo fue una aventura, con una logística para trasladarlo con grúas y máquinas especializadas, con mucho esfuerzo. Conseguimos el vagón grande de pasajeros y furgón de cola, y una máquina que nos la cedió la Municipalidad, la que estaba en La Máxima. Y así logramos completar la formación. Le faltaba a ese entorno la estación y construimos la estación al lado de esa formación, con un formato de una estación antigua. Se ambientó como si el tren estuviera parado en el andén. En el vagón entran 72 personas sentadas y un salón para doscientas más, que puede ser utilizado como restorán o salón de eventos. Los uniformes de los mozos, seguramente estará relacionado con el ferrocarril, que genera fanatismo o hobby en la gente, y nos han ido acercando cosas de vagones, por ejemplo, para ambientar el salón. En febrero estaría listo el salón grande, e inclusive ya hay reservas, y el restaurante estaría terminado en septiembre u octubre de 2014", terminó contando Claudia.