El barco y sus tripulantes fueron rescatados por un buque rompehielos estadounidense y la segunda temporada en la base tuvo que ser suspendida. Los once ocupantes de la primera expedición fueron evacuados en helicóptero, pero los quince perros corrieron peor suerte y tuvieron que ser abandonados en la fría Antártida. El equipo, a su llegada a Japón, tuvo que soportar no pocas críticas por ello, pero alegaron que la vuelta por los perros hubiera supuesto un grave y costoso peligro que no se pudo afrontar.

Pasó otro año y la tercera expedición volvió a la base para reemprender las actividades pausadas forzosamente el año anterior. Cuál fue su sorpresa cuando descubrieron que no todos los perros habían muerto. De los quince perros, siete habían muerto atados a las cadenas que los sujetaban, pero otros ocho habían logrado soltarse. De estos ocho, seis nunca fueron encontrados, pero otros dos, Taro y Jiro, permanecían en el lugar.

Habían sobrevivido durante once meses en plena Antártida respetando los cuerpos de sus compañeros muertos, ya que no había signos de necrofagia. Los perros habían aprendido a cazar pingüinos e incluso alguna foca y sobrevivieron a las duras condiciones climáticas.

Los dos perros se convirtieron en héroes nacionales y automáticamente la raza a la que pertenecían la Karafuto-ken, se convirtió en la más popular del país y fue la más demandada hasta la década de los 90.

Taro volvió a su ciudad de origen Sapporo, y vivió en la Universidad de Hokkaido hasta su muerte en 1970. Jiro se quedo en la Antártida y murió por causas naturales en 1960.

En 1983, su historia fue llevada al cine por el director Koreyoshi Kurahara y "Nankyoku Monogatari" (Cuento de la Antártida)" se convirtió en una gran éxito de taquilla. En 2006, Walt Disney Pictures realizó la película, "Eight Below" (Bajo Cero).

Taro y Jiro son actualmente expuestos en la Universidad de Hokkaido y en el Museo del Parque de Ueno, Tokio. Pueden encontrar monumentos en recuerdo de Taro y Jiro en distintas ciudades de Japón. El más famoso es el que se encuentra a los pies de la Torre de Tokyo, que muestra a la manada completa y que fue erigido en 1959 por la Sociedad Japonesa para la Prevención de la Crueldad contra los animales.

PROVERBIO

HINDÚ

El bien que hicimos la víspera es el que nos trae la felicidad por la mañana.