La infección por carbunclo puede transmitirse de tres formas: cutánea, por vías respiratorias o por vías digestivas.

Piel o cutánea: es la forma más frecuente en humanos, casi el 95% de los casos; se produce por el contacto con animales enfermos, o por manipulación de pieles, pelos, cueros, huesos y lana proveniente de animales infectados. Las personas que están en mayor riesgo son trabajadores de campo, veterinarios, curtidores y cardadores de lana. La bacteria puede ingresar por una herida o raspón en la piel.

La vía respiratoria: las esporas de carbunclo pueden penetrar en los pulmones, los trabajadores pueden inhalar esporas de carbunclo del aire, durante trabajos como el curtido de pieles y el procesamiento de la lana.

La respiratoria es la forma más peligrosa de esta zoonosis. Se caracteriza por inflamación en ganglios y edema e inflamación hemorrágica en pulmones.

La vía digestiva: se produce cuando alguien come carnes contaminadas.

Prevención

• Vacunación anual de bovinos de 6 meses a 2 años en la primavera, luego repetir anualmente. La inmunidad se da después de 10 a 14 días.

• Ante la sospecha de muerte por carbunclo, no cuerear ni mover los animales, llamando al veterinario para hacer un buen diagnóstico.

• Correcta eliminación de cadáveres animales (en lo posible se deben enterrar los animales muertos y colocar cal viva para su destrucción o esperar su putrefacción y luego quemarlos).