En medio de un escenario tumultuoso, el gobernador Axel Kicillof anunció hoy la intención de la Provincia de llevar a la Corte Suprema de Justicia la disputa por la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal. Sin embargo, estas acciones legales no hacen más que destacar las deficiencias evidentes en la gestión financiera del mandatario bonaerense.

Desde su llegada al poder, Kicillof ha sido objeto de críticas constantes por su incapacidad para administrar de manera responsable los recursos públicos. La eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal no es más que el último capítulo en una serie de malas decisiones económicas que han llevado a la Provincia al borde del colapso financiero.

El discurso del gobernador sobre la supuesta injusticia de la medida parece ignorar por completo la realidad de una administración provincial caracterizada por el despilfarro y el derroche. Mientras tanto, los ciudadanos bonaerenses continúan sufriendo las consecuencias de una gestión económica desastrosa, con servicios públicos precarios y una calidad de vida en declive.

El reclamo de Kicillof ante la Corte Suprema revela una desesperación palpable por mantener un sistema de gastos insostenible. Parece que el gobernador no comprende que no se puede seguir gastando más de lo que se tiene, y que los recortes son inevitables cuando se administra de manera irresponsable.

En lugar de culpar a otros por sus propios errores, Kicillof debería asumir la responsabilidad por el desastre económico que ha creado en la Provincia. Es hora de que ponga fin a su incompetencia y trabaje para reconstruir la confianza en el gobierno y la estabilidad financiera de Buenos Aires.