"A partir del ingreso del galeno al recinto, durante las exposiciones de los concejales y al finalizar con la aprobación del expediente, fue una sucesión de sostenidos aplausos, muestra del aprecio que se ha ganado este hijo de Laprida en Benito Juárez, en los más de 45 años atendiendo la salud de los vecinos de todo el distrito", destaca el matutino El Fénix de dicha ciudad. El profesional, que estuvo acompañado por familiares, amigos y colegas, agradeció el gesto de los legisladores con la humildad que lo caracteriza.

Tanto el concejal Gustavo Lorenzo -autor del proyecto- como Ramiro Péon, Matías Iribecampos, Dr. José Camio y el Ing. Leandro Di Croce destacaron los valores humanos y profesionales del "Dr. Aníbal", como lo nombra la mayoría de sus pacientes y vecinos.

En nombre de la comunidad, a Avila le fue entregada una copia del decreto y placa recordatoria. Luego fue invitado a hacer uso de la palabra. En principio agradeció al Concejo Deliberante por "esta resolución que supera todas mis expectativas", dijo, y acto seguido recordó a sus colegas que no están físicamente, pero que "me enseñaron medicina y ética, como el Dr. Manuel Labriola que siempre me aconsejó e indicó el camino correcto; al Dr. Esteban Riganti, gran médico clínico que nunca mezcló la política con la medicina y todos sabíamos cuáles eran sus ideas".

Recordó además al "Dr. Taglioretti, excelente cirujano y de gran personalidad que siempre nos ayudó; también al Dr. Pérez Aguila, que nos daba sus consejos; y al Dr. Roberto Rodríguez Luna, amigo, excelente clínico. Quiero recordar también a Norman Mariani, que nos acompañó por muchos años a los cirujanos con sus anestesias. Me queda recordar a un amigo, el Dr. Mario Di Croce, excepcional persona, clínico, con quien establecimos una amistad que se perdió, porque lo perdimos temprano. También me queda mi medio hermano, el Dr. Natalio (Alonso), recorrimos más de 40 años en la cirugía y la medicina y siempre formamos un dúo; muchos nos decían ‘hay viene el dúo Pimpinela’; un hombre excepcional, un cirujano extraordinario, maestro de muchos jóvenes, y muy buena persona".

Por último agradeció a su familia por el acompañamiento, ya que "los médicos también pasan momentos duros cuando las cosas no salen como uno quisiera", concluyó el Dr. Aníbal Ávila, quizás uno de los últimos cultores de la filosofía de "médico de pueblo", como lo caracterizó un concejal.