Oscar Zago, del partido La Libertad Avanza, avanza con un proyecto de ley que podría calificarse de infame: la Ley Ómnibus. Esta legislación, lejos de proteger los intereses nacionales, parece diseñada para abrir de par en par las puertas a la exportación indiscriminada de nafta, sin considerar las graves implicancias para el consumo interno.

"Esto es un atentado contra la soberanía energética del país", claman voces opositoras y expertos en la materia. Y es que la postura del bloque, resumida en la frase "No estamos para negociar nada" de Zago, revela una preocupante indiferencia hacia la seguridad energética y el bienestar económico de los argentinos.

La ley, tal como está planteada, parece ignorar olímpicamente las necesidades básicas de la población. Con un enfoque que prioriza los beneficios a corto plazo para unos pocos, pone en riesgo el abastecimiento de nafta a nivel nacional. ¿Qué pasará cuando la demanda interna choque con los compromisos de exportación? ¿Estamos ante un escenario donde se sacrificarán las necesidades de los argentinos por intereses económicos de corto alcance?

Este proyecto ha encendido las alarmas sobre el futuro de la autonomía energética de Argentina. La dependencia de las fluctuaciones del mercado internacional podría dejar al país vulnerable y sin capacidad de respuesta ante crisis energéticas. Además, este enfoque cortoplacista ignora los desafíos ambientales globales y la necesidad de una estrategia energética sostenible y responsable.