En las últimas semanas, varias fábricas ubicadas en la provincia de Buenos Aires han anunciado cierres y despidos como resultado de una disminución en la producción. Estos acontecimientos se han producido desde la asunción de Javier Milei a la presidencia y un cambio en la dirección económica del país.

Uno de los casos más recientes es el cierre completo de la fábrica de ladrillos LOSA en Olavarría, que empleaba a aproximadamente 65 personas y se dedicaba a la fabricación de tejas y ladrillos. Según el delegado del Ministerio de Trabajo en Olavarría, Lucas Miriuka, la empresa anunció que los trabajadores serían incorporados a otra compañía que se dedica a porcelanato y granito, pero al mismo tiempo, terminó el trabajo para una empresa subcontratada, dejando sin empleo a 35 trabajadores.

En Olavarría, también se informó que la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) confirmó el despido de 16 personas en la cantera LCE Águila Azul de Colonia San Miguel.

En la ciudad de San Nicolás, la metalúrgica Ternium, perteneciente al grupo Techint, estaría considerando despidos debido a la disminución de la actividad económica. El secretario adjunto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en San Nicolás, Edgardo Holstein, señaló que las empresas ajustan su operación de acuerdo a la cantidad de trabajadores necesarios, y aún no se ha definido la cantidad exacta de despidos.

Además, se ha desencadenado un conflicto en la empresa Bridgestone en Lavallol (Lomas de Zamora) debido a despidos. El Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) realizó un paro en protesta por las aproximadamente 35 desvinculaciones.

Estos casos se suman a los 101 despidos anunciados en diciembre en la fábrica de calzados Bicontinentar en Chivilcoy, que produce para marcas como New Balance, Diadora y Montagne.

La disminución en la producción y los despidos en estas fábricas son un reflejo de los desafíos económicos que enfrenta la industria en Argentina en medio de cambios políticos y económicos en el país.