Luisito Comunica, el famoso youtuber mexicano reconocido por sus exploraciones en cárceles alrededor del mundo, logró obtener permiso para adentrarse en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, la cárcel más grande de América bajo el gobierno de Nayib Bukele. En su reciente video, Luisito Comunica detalla cómo es la vida dentro de este penal de máxima seguridad, ofreciendo una visión impactante de las condiciones en las que viven los reclusos.

En el pasillo que divide las 32 celdas del CECOT, Luisito grabó los ejercicios forzados a los que son sometidos los prisioneros, quienes cumplen condenas por crímenes graves como homicidios, secuestros, violaciones y actos de terrorismo. Es la primera vez, según el youtuber, que observa una cárcel donde los prisioneros no tienen libertad para hacer lo que deseen y donde su estadía no es placentera.

Con alrededor de 40.000 presos, la mayoría pertenecientes a pandillas como la Mara Salvatrucha y La 18, el CECOT es conocido por albergar a los delincuentes más peligrosos del país. Las condenas van desde los 20 años hasta más de 1.000, y se estima que muchos de los prisioneros son responsables directa o indirectamente de cientos de homicidios.

El proceso de ingreso al CECOT es riguroso: a Luisito Comunica le quitaron todas sus pertenencias y lo sometieron a una revisión exhaustiva, incluso revisaron hasta sus medias. Durante su recorrido, estuvo custodiado por policías de élite para garantizar su seguridad.

Uno de los momentos más impactantes del video fue cuando mostró el ejercicio que realizan los reclusos bajo la supervisión de los guardias. Los presos, esposados, salen de sus celdas en pequeños grupos y realizan ejercicios muy acotados en un círculo de guardias. Luisito reveló que uno de los grupos que observaba posiblemente era responsable de más de 200 homicidios, una cifra que deja helados a muchos.

Además de la vigilancia extrema y los ejercicios forzados, Luisito describió otras condiciones dentro del CECOT. Los reclusos tienen acceso limitado a servicios médicos y la comida es preparada por otros presos. Todos los presos son rapados y cada celda es habitada por miembros de pandillas enemigas, una estrategia para reducir el poder de las pandillas al evitar que planeen acciones conjuntas.

El CECOT cuenta con medidas de seguridad adicionales, como luces encendidas todo el día para perder la noción del tiempo y muros de hormigón de hasta 9 metros de alto junto con cercas electrificadas de 3 metros en el exterior. Los guardiacárceles, todos policías nacionales de élite, están preparados para responder ante cualquier eventualidad y cuentan con un cuartel de armas en caso de motín.