"El arte es la forma de refugiarnos de los dolores"
Luis Lamas y Juano Falcone, baterista y percusionista de Don Osvaldo, brindaron una entrevista exclusiva a EL POPULAR donde mostraron detalles de la banda. El resurgir junto al apoyo de los seguidores, el Pato Fontanet que no se conoce y la batalla contra el relato impuesto tras Cromañón.
Son las 19.30 del sábado y la ciudad vive un paisaje diferente. En la tradicional "vuelta del perro", ese peregrinar céntrico de fin de semana tan de Olavarría, se empiezan a descubrir decenas de caras nuevas. Caras jóvenes, de pibes que llegan (algunos) por primera vez a la ciudad del cemento y que en algo más de 24 horas van a estar delirando con Don Osvaldo, el grupo que continúa lo que alguna vez fue Callejeros.
En sus ropas, estampadas con frases salidas de la mente de Pato Fontanet o simplemente con el nombre de la banda, dejan en claro que llegan no solo para disfrutar del recital, sino para apoyar a los músicos que conviven con el estigma de ser protagonistas de una de las noches más terribles de la historia argentina.
Mezclándose entre los visitantes, dos de los integrantes de Don Osvaldo recorren el paisaje con paso enérgico, aunque atendiendo a cada saludo o pedido de foto. Se trata del baterista Luis Lamas y Juano Falcone, músico y letrista de La Caverna, percusionista invitado de la banda de Pato Fontanet.
Justamente ese puesto de colaborador es el que ocupaba Luis en junio del 2007, cuando Callejeros brindó su primer recital en Racing. Ahora casi 8 años después regresa en una "gira que superó todas las expectativas". "Cuando los chicos recuperaron la libertad y nos juntamos para ver cómo seguíamos, la idea fue llevar a la agrupación por todo el país y hacer de norte a sur la mayor cantidad de provincias que se pueda, eso nos trajo de vuelta a Olavarría", cuenta el baterista, que también forma parte del grupo Ojos Locos y que el fatídico 30 de diciembre del 2004 estaba en Cromañón como uno más del público.
A más de una década el tema sigue siendo ineludible. Y en cada oportunidad denuncian la construcción de un discurso mediático que los demoniza y los hace responsable de una falencia del Estado. En ese trabajo han podido instalar un debate donde tuvieron el apoyo de personalidades y representantes artísticos como León Gieco, Estela de Carlotto, Adriana Varela, Víctor Hugo Morales, Ricardo Iorio o Alejandro Dolina. "Creemos que hemos logrado hacer escuchar a través de sobrevivientes y autoconvocados el verdadero relato de lo que sucedió" destacan.
- ¿Cómo fue la gestación del proyecto Don Osvaldo y cómo los encuentra esta gira?
Luis Lamas: -Cuando se desarma Callejeros y queda lo que fue CJS (Casi Justicia Social) con Pato (Fontanet), Cristian (Torrejón), Juancho (Carbone) y Elio (Delgado), me llaman para estar en la batería tras la salida de Eduardo Vázquez. Cuando lo que quedaba se termina de desmembrar, Pato quedó en un estado de luto y de tristeza profunda, pero cuando quiere volver a armar la banda se junta con Cristian, Pedi (Álvaro Puentes) y Crispín (Abel Pedrellos), me convocan y se suma Leopoldo, Apu y Juano para armar CJS con la que realizamos 50 conciertos con un éxito, un apoyo y un cariño total de la gente. Cuando a ellos les dictan las prisiones, inconstitucionales, estuvimos dos años parados.
Los que estábamos afuera le empezamos a dar forma y preproducir el nuevo material. Gracias al programa Prisma (NdR: Programa Interministerial de Salud Mental Argentino) en Ezeiza, que era donde estaba Patricio por su estado de salud; los talleres de musicoterapia, sus psicólogos y este proyecto lo vuelven a poner en contacto con la música y a tener emociones hacia el arte. Preparamos temas y se activó. Cuando salió, formamos la banda y se iba a cambiar el nombre a Don Osvaldo con la salida del disco, pero las cosas de la vida hicieron que se cambiara apenas salimos. Estamos muy unidos, muy fuertes en lo emocional, en una armonía y una conexión artística que nos hace estar muy sólidos.
- Por fuera de los seguidores de la banda, que los apoyan en este proyecto, ¿conviven con una mirada acusatoria de la gente por todo lo que significa el pasado de Callejeros?
LL: -No. No es tan así. Es una construcción que se ha hecho a través de los medios y un sector de los padres que defienden ciertos intereses. Vos decís los fanáticos que nos apoyan, pero también están muchos sobrevivientes de Cromañón, muchos familiares y padres de víctimas también.
En ningún lugar en el que nos presentamos tuvimos esas miradas que la gente quizás cree que tenemos. Nunca percibí una mirada negativa. Al contrario, se nos acercan personas de 70 años que no conocen ni un tema de la banda a darnos fuerza para seguir adelante.
Hay que acordarse que la banda también es sobreviviente de la tragedia. No se los trata como tal. Yo soy sobreviviente, al igual que Patricio y Cristian. ¿Por qué son sobrevivientes solo los de un lado? Callejeros hizo que el número de muertos fuera menor de los que fue. El 80% de las personas que estuvimos ahí vimos que no paraban de entrar y salir para sacar gente. No se fueron corriendo.
Esos mismos medios son los que instalaron que había una guardería en Cromañón, cuando ninguno de los que estuvimos ahí adentro la vimos. Los mismos que instalan que Pato Fontanet incentivaba el uso de pirotecnia, cuando nunca lo vimos hacerlo.
Juano Falcone: -Esa es la batalla desigual contra los medios que nos hemos encarado, desde el respeto y desde la construcción. Una de nuestras premisas es que desde el dolor y desde las cosas que pasaron, se puede construir conciencia y se sigue apostando a que esto no vuelva a ocurrir. Se sigue esta batalla desigual, lo demuestran con todas las marchas masivas que no han sido reflejadas en los medios.
- Hoy se encuentran con multitudes en cada recital, algo que no pasa con muchos grupos en el país. ¿Sienten que se da por el apoyo, más allá de lo musical?
LL: -Quedó demostrado que fue una banda y un público estigmatizado sin razón y los pibes no comen vidrio. Hacerlos pasar como desinteresados generó este apoyo. Además desde mi perspectiva estamos frente a una persona como Pato Fontanet que en lo que haga va a tener éxito. Porque compone muy bien y tiene un gusto musical que acredita a que la gente vaya a acompañar cualquier banda que forme. Desde nuestro humilde lugar nosotros hacemos el mejor soporte posible. Es un músico admirable, que tiene una forma de escribir que la gente lo entiende, coincide y lo acompaña.
JF: -Un detalle no menor, que lo vemos nosotros que tenemos la oportunidad de hacer el camino con él, es que es una persona coherente. Tiene una mirada del mundo y él es lo que muestra a través de sus canciones. Eso también se trasmite y llega. El mismo tipo que escribe que "todos nuestros hijos van a poder comer" fue y tocó un año gratis en comedores con Crispín.
- Ese lado del Pato no se conoce, ni siquiera habla demasiado en los medios...
LL: -No, él es muy vergonzoso, todo lo contrario que ves en el escenario. Es una persona muy reservada, muy tímida y muy golpeada por periodistas que no tienen acceso a sentarse con él. Hay una letra que dice "puede criticar el que no sabe quién sos" (NdR: "Puede", del disco Señales de Callejeros), ahí está la frase.
JF: -No le perdonan el silencio. Por eso hemos tratado de contribuir a visibilizar cuestiones que él, por discreción, no va a sacar a la luz pero que son reales y se tienen que saber.
LL: -Le adjudican soberbia. Te aseguro que es el tipo menos soberbio que hay. Siempre optó por no hablar por respeto a la gente que le provoca dolor. Siempre es criticado: si toca, si no toca. Para nosotros el arte es la forma de refugiarnos de los dolores y disfrutar de las alegrías. Es una forma de vivir, no quiere decir que te estás riendo o que no estás de luto. Pato y Cristian están de luto hace 10 años, te puedo asegurar que es constante.
- ¿Cómo la pasaron ustedes cuando sus compañeros estuvieron en la cárcel?
- Particularmente con mucha tristeza e indignación porque les fueron violados todos sus derechos constitucionales. La Constitución dice que toda persona que está en un proceso tiene que esperar que finalice en libertad y a ellos no se lo permitieron. De hecho todavía está abierta una causa que está llena de irregularidades, con una saña perversa apoyada por los medios de comunicación para que la sociedad no enfoque la mirada sobre los verdaderos responsables de Cromañón. Ahí no funcionó el Estado, una ausencia total.
Los perejiles están discutiendo sobre una guardería que no existió y no se discute sobre el SAME que no funcionó, sobre bomberos que no funcionó, sobre los funcionarios que tenían que decir si Cromañón era seguro para nosotros. Ganan un sueldo para eso y no hicieron su trabajo, exponiéndonos a todos a la peor experiencia que vamos a pasar en nuestras vidas. El Estado te tiene que cuidar, no Pato Fontanet. El está para subir al escenario y cantar.
¿Y el daño psicológico que les quedó a los chicos de Callejeros? Van 10 años en los que les dan, ¿cuándo van a descansar ellos?, ¿cuándo van a hacer su duelo? Pato lo pagó con su salud. Estuvo medicado y con un tratamiento psiquiátrico muy grande. No está preso pero aún hoy sigue con el tratamiento y no es que tiene para uno o dos años más, esto es continuo.
Canciones entre todos
-¿Se viene el disco de Don Osvaldo?
LL: -Hoy estamos preparando los temas de los que va a ser nuestro primer disco con esta formación que saldrá para mitad de año. Va a ser una apertura en lo musical, porque Pato nos pidió a todos los integrantes que compongamos y la primera parte de este nuevo disco doble, que se va a llamar Casi Justicia Social parte I y II, va a tener de doce a catorce temas con letra y música de varios.
Hay algunas que han quedado muy buenas, que si bien venimos todos del palo del rock, cada uno contribuye con diferentes colores. Pato siempre nos decía que escribamos, que compongamos. Siempre intenta nutrirte como músico y como persona.
JF: -Más allá de que la mirada de todos está muy enfocada hacia él, por la historia de este proyecto, no ejerce esa tiranía de muchos líderes que son solistas encubiertos.
LL: -Esto de solista no tiene nada. Por más que los medios nos traten como la banda del Pato Fontanet nosotros trabajamos como una cooperativa y él es uno más de los cinco que tomamos decisiones, no hay diferencias en absolutamente nada.
"Es muy doloroso ver la postulación de Ibarra"
En esa fatal noche del 30 de diciembre de 2004, Aníbal Ibarra ocupaba el cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a quien posteriormente se le inició un juicio político al ser señalado por la Legislatura como el responsable político de la tragedia. Tras un proceso en el que no faltaron incidentes donde estuvieron involucrados familiares y víctimas del incendio, el 7 de marzo de 2006 se determinó la destitución de Ibarra de su cargo.
Sin embargo, la justicia penal sobreseyó a Ibarra del cargo de homicidio culposo e incumplimiento de los deberes a su cargo, por considerar que no hubo suficientes elementos de prueba. Hoy, a 10 años del peor desastre no natural del país, Ibarra vuelve a la política como precandidato a jefe de Gobierno porteño por el Frente para la Víctoria (FPV) y esa postulación duele en el círculo de la banda.
-¿Qué les provoca la candidatura de Aníbal Ibarra?
Juano Falcone: -¿Qué nos puede causar más que indignación? Es una muestra más de que un tipo, que si bien tuvo un juicio político, fue sobreseído desde el minuto uno en términos penales y nunca más se lo va a poder juzgar por la tragedia de Cromañón. Ahora 10 años después se postula como si nada hubiera pasado. Independientemente de que si por el escalafón le hubiera o no correspondido alguna responsabilidad penal, ni siquiera tuvo que dar explicaciones a la Justicia. Sabemos muy bien todas las cosas que hizo para escudarse y cómo fue protegido por el gobierno en ese momento.
Por eso es muy doloroso para nosotros ver esa postulación. Pero eso se confronta siguiendo con la discusión, con el arte y seguir adelante haciendo lo nuestro. Duele ver como Patricio tiene un proceso judicial abierto mientras que Ibarra se postula como si nada hubiera ocurrido. Don Osvaldo toca y es "la polémica banda de…". Polémica es esa candidatura.