¿Quién mató a Nola Kellergan?
"Todo el mundo tiene demonios. La cuestión es simplemente saber hasta qué punto esos demonios son tolerables" dice Marcus Goldman, el protagonista de "La verdad sobre el caso Harry Quebert", la exitosa novela del suizo Joël Dicker que ya fue traducida a 33 idiomas con más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo.
Marcus Goldman ha logrado en poco tiempo convertirse en un escritor famoso con una primera novela exitosa. Portadas de revistas, programas de TV, nuevos amigo y mujeres hermosas. Pero el tiempo se agota y su editor lo apura para su segunda novela sea publicada poco antes de las elecciones norteamericanas. "Usted es esclavo de su condición. Escribir es ser dependiente. De los que le leen y de los que no lo leen" le dice mientras lo amenaza con un juicio. Goldman no sabe qué hacer mientras la fama se le acaba, los amigos nuevos parten y las mujeres hermosas lo abandonan. Para pero su madre, una perfecta "idische mame" sobreprotectora y preocupada por su siempre "pequeño hijo", lo llama constantemente para saber si ha logrado conocer una chica o si se está volviendo homosexual.
"La vida es una larga caída, Marcus. Lo más importante es saber caer" recuerda que le dijo su maestro Harry Quebert, el laureado escritor autor de "Los orígenes del mal", de lectura obligatoria en escuelas, y considerado uno de los más importantes de su generación. Por eso es que decide llamarlo para tratar de superar el síndrome de la página en blanco. Así viajará a Aurora, en New Hampshire, a encontrarse con su mentor. Pero el descubrimiento del cadáver de una niña de 15 años, que llevaba desaparecida 30 años, y de la historia de amor que Harry Quebert tuvo con ella cuando tenía 30 años lo hará dudar de todo y buscará la verdad a cualquier precio para respaldar a su maestro acusado de asesinato.
Una de las cosas que define a "La verdad sobre el caso Harry Quebert" es el uso de múltiples géneros que van aumentando la trama y haciéndola muy dinámica y llevadera para las casi 700 páginas de la novela. Otro punto a favor es la manera en que Dicker va desenredando el ovillo de las relaciones de la pequeña ciudad costera y las consecuencias de ello. El lector no sabe muy bien no sólo quién será el culpable de la desaparición y asesinato de Nola Kellergan sino que tampoco sabrá cuándo concluirá la novela. "La enfermedad del escritor, Marcus, no es la de no poder escribir más: es la de no querer escribir más y ser incapaz de dejarlo" le dice Harry. La enfermedad del lector tiene los mismos síntomas.