Citan a declarar a una de las monjas del Monasterio
Además dispuso que el Cuerpo Médico Forense se constituya en la sede del monasterio donde reside Alba Martínez Fernández para que la examinen y determinen si puede enfrentar un proceso penal, tal como lo había solicitado el fiscal Federico Delgado.
Rafecas también ordenó las indagatorias como partícipes necesarios del delito de enriquecimiento ilícito para la esposa de López y los supuestos testaferros Andrés Galera y Eduardo Gutiérrez, en todos los casos para el mes de agosto.
Y llamó a López, detenido en la cárcel de Ezeiza, a ampliar su indagatoria porque, tras la declaración de un arquitecto, se sospecha que la casa de Dique Luján, donde vivía, formaría parte de su patrimonio a través de terceros y nunca fue declarada.
López fue detenido el 14 de junio en el monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en General Rodríguez, cuando llegó con unos bolsos que contenían unos 9 millones de dólares que pretendía guardar allí.
Esta semana, un video que registró esa situación puso en jaque a las religiosas que lo ayudaron a entrar con los bolsos que -según dijeron a los medios- creyeron que contenían comida.
Delgado pidió entonces la indagatoria de la hermana Inés, de la esposa de López (que ya estaba imputada junto a su madre) y de dos supuestos testaferros del ex funcionario.
Rafecas hizo lugar al pedido tras escuchar el testimonio de seis de los policías que participaron de la detención y le describieron al juez un panorama de lo que habían visto.
Demoras y bizcochos
Según fuentes judiciales, los tres policías que aparecen en el video del convento declararon que las monjas tardaron "entre 40 minutos y una hora" en dejarlos ingresar al predio, que una de ellas les habría dicho "acá no entró nadie" y que López pretendía irse "comiendo bizcochos" cuando ellos aparecieron.
Los policías agregaron que le preguntaron a la madre Inés si conocía al sujeto que había llegado con los bolsos y un arma, pero ella dijo que no. En tanto, la hermana Alba, de 94 años y madre superiora del convento, también fue consultada y afirmó: "No me acuerdo el nombre", contaron los policías.
Trascendió que también les dijo que López le dijo que había robado para hacer una donación al convento.
Los policías aseguraron que llegaron alertados por un llamado al 911, cerca de las 3.50 del martes 14 de junio, y en la entrada tocaron el timbre, hicieron luces y se identificaron como policías, pero nadie les contestó.
Recién "entre 40 minutos y una hora" más tarde los atendieron por el portero eléctrico y una persona a la que no pudieron identificar les aseguró: "Acá no entró nadie".
Un efectivo también señaló que alguien desde adentro del convento negó que haya ingresado un intruso, y que si bien ya lo había declarado ante la Justicia provincial eso no quedó asentado en el acta.
Luego de que les permitieran ingresar, al recorrer los aproximadamente 100 metros que separan la reja de entrada de la casa principal, los policías se toparon con López, que iba "comiendo bizcochos", y luego con las monjas.
Al llegar a la casa los policías vieron el arma y arrestaron al ex funcionario, mientras en la cocina se encontraron con los bolsos.
Citaciones
Con este escenario, el juez Rafecas ordenó la ronda de indagatorias: la monja Inés fue citada para 1° de agosto, mientras que para los días sucesivos fueron llamados la esposa de López, Galera, Gutiérrez y López.
También ordenó pericias para la hermana Alba y habilitó las dos semanas de la feria judicial de invierno para seguir con las medidas de prueba.
Delgado afirmó que pidió las indagatorias porque sospecha que las monjas pudieron haber cometido el delito de "encubrimiento".
Además, adelantó que según los plazos procesales el juicio por enriquecimiento ilícito a López podría iniciarse "en un par de meses" pero aclaró que eso dependerá del trabajo del juez.
"Las imágenes muestran una discordancia con lo que las monjas declararon. Nos pareció que podría haber algún tipo de colaboración de parte de las monjas para que López pudiera ocultar dinero que evidentemente era producto de un delito. Eso las coloca en lo que el Código Penal llama encubrimiento", explicó.
Además, se supo que un teléfono celular de modelo antiguo, preparado para llamar sólo a un número fue secuestrado durante uno de los allanamientos a las propiedades de López.
En la causa aún no se pudo establecer con qué teléfono podía comunicarse ese aparato, aunque no parecía difícil establecerlo pues tenía pegado un papel con instrucciones sobre su uso. DyN