El fotoperiodista Pablo Grillo seguirá en terapia intensiva y no será operado por ahora.

Sobre el estado de animo de Pablo, su padre dijo: “Está cansado, está podrido. Está aburrido. Se quiere ir del hospital. Ya estaba con la expectativa de que se iba y ahora pasó esto”.

El fotógrafo Pablo Grillo sigue internado en el Hospital Ramos Mejía, en terapia intensiva, luego de haber recibido un disparo con un cartucho de gas lacrimógeno por parte de la Gendarmería durante la marcha de jubilados del 12 de marzo. Su evolución tuvo avances importantes, pero en los últimos días se detectó un nuevo cuadro médico que modificó los pasos a seguir.

El diagnóstico de hidrocefalia implica una acumulación de líquido en las cavidades del cerebro, lo que puede generar presión intracraneal y afectar el funcionamiento normal del sistema nervioso. Desde la cuenta “Justicia Por Pablo Grillo”, familiares y amigos difundieron un mensaje en el que señalaron: “Deberá ser intervenido quirúrgicamente a la brevedad. A seguir rezando, enviando todo el amor y las energías positivas para que Pablo continúe luchando”.

El padre del joven aseguró que la operación es “inminente” y que “se realizará ni bien puedan”. Por motivos de salud personal, Fabián no pudo estar en el hospital pero se mantiene atento a las novedades. “Estoy con fiebre, cuidándome, pero pendiente del teléfono todo el tiempo”, dijo.