En un momento donde la atención está puesta en ella dentro de la casa de Gran Hermano, Furia ha decidido hablar abiertamente sobre su estrategia y su visión del juego en el reality show. A pesar de ser una figura controvertida, la participante no duda en expresar sus opiniones con franqueza.

Furia comienza su discurso haciendo hincapié en la naturaleza del programa como un reality show, donde los participantes son jugadores antes que nada. Reconoce que, si bien se comparten aspectos íntimos de la vida personal, cada concursante está en el juego para utilizar la información de manera estratégica. Esta afirmación puede interpretarse como una declaración de su disposición para utilizar cualquier ventaja que pueda obtener de las confidencias de sus compañeros.

A pesar de su actitud decidida, Furia también enfatiza que todo tiene un límite y que no buscará provocar situaciones que excedan los límites establecidos por la producción del programa. Este comentario sugiere una cierta medida de autocontrol y responsabilidad en sus acciones, a pesar de su reputación de ser una participante polémica.

La concursante también aborda el tema de las sanciones que ha recibido dentro del programa, reconociendo que ha sido una de las más castigadas. Esto podría interpretarse como un reconocimiento de sus errores pasados y un intento de mostrar humildad frente a sus compañeros.

Finalmente, Furia destaca los aspectos positivos del programa, como el humor y el amor, y subraya el papel central que juegan los concursantes en la creación de la dinámica del programa. Su discurso refleja una mezcla de determinación, autoconciencia y apreciación por la experiencia que están viviendo juntos en Gran Hermano.