Iridiscencia, el lenguaje secreto, y engañoso, de los animales
En el reino animal, el color juega un papel fundamental en la comunicación. Sin embargo, la naturaleza cambiante de las coloraciones iridiscentes presenta una paradoja que los científicos están tratando de comprender.

El lenguaje visual es muy habitual en el mundo animal, y dentro de este, el color es un elemento comunicativo fundamental. Así por ejemplo, la coloración en numerosas especies animales está destinada a avisar a posibles depredadores de su toxicidad, mal sabor o de lo peligroso que puede resultar ser comidas. Es lo que en biología se conoce como aposematismo.
¿Qué ocurre cuando los animales emiten señales visuales poco fiables? Esto es precisamente lo que se preguntó un equipo de investigadores de la universidad de Melbourne al estudiar el fenómeno de la iridiscencia en el reino animal.
El lenguaje del color: leyendo entre líneas
La irisdiscencia es un fenómeno óptico por el cual el color que presenta una superficie varía en base al ángulo del observador. Por ejemplo, una mancha de aceite en el agua, en una burbuja de jabón, o en la cara trasera de un CD-ROM. Se trata también de un fenómeno muy común en la naturaleza, evidente en numerosas especies de aves, insectos y peces.
Los objetos iridiscentes suelen ser llamativos y vívidos, sin embargo su naturaleza cambiante da lugar a una paradoja cuando se trata de la comunicación: ¿cómo pueden resultar fiables estas señales? Ahora, un nuevo trabajo publicado en la revista Trends in Evolution and Ecology indaga en varios estudios para descubrir cómo los animales interactúan con los colores iridiscentes en la naturaleza.
EL SECRETO DEL COLOR DE LOS COLIBRÍS
No obstante y paradójicamente, los colores iridiscentes como los que pueden encontrarse en los deslumbrantes tonos de las alas de las mariposas o las espectaculares plumas del pavo real están muy extendidos en el mundo natural. Estos deben jugar un papel importante en la naturaleza, y eso es lo que los científicos están tratando de comprender. Leslie Ng, coautor de la investigación declara al respecto que: "al estudiar cómo los animales detectan y procesan la iridiscencia, podemos tener una mejor idea de cuándo esta es en realidad una señal de comunicación útil y cuando no". "Las señales iridiscentes fidedignas generalmente se asocian con adaptaciones físicas o de comportamiento que ayudan a los animales a controlar el efecto visual. Por ejemplo, los colibríes machos de Anna controlan con precisión sus vuelos de cortejo para que sus gargantas iridiscentes parezcan de un color rosa brillante y para que las hembras se interesen".
¿Cómo perciben la iridiscencia los animales?
La detección de señales iridiscentes también depende de cómo los organismos muestran sus parches de color y de la posición física tanto del emisor como del espectador. "La iridiscencia destaca la naturaleza dinámica de muchas señales de color y puede revelar nuevos ámbitos de adaptación biológica", declara el autor.
Por su parte, el autor principal del estudio, la profesora Devi Stuart-Fox, defiende que este arroja nueva luz sobre el colorido mundo de la comunicación animal, abriendo la puerta al desafío de estudiar con precisión cómo funcionan los colores iridiscentes en la naturaleza. "Comprender cómo los animales usan y reproducen de manera fidedigna estas señales cambiantes resultar muy útil de cara al futuro, y ese es precisamente nuestro próximo reto", concluye. Fuente: National Geographic