La construcción se debate entre la pandemia y la cuarentena dentro de una parálisis total
Las dos variables, tanto la peste como el aislamiento, contribuyeron a crear esta situación "catastrófica" como la calificó el ingeniero Orfel Fariña. La maestra mayor de obras, Evelia Ocampo ya paró todo y prefiere esperar. En la misma situación están quienes tienen dólares. mientras tanto, los materiales aumentan
"Los corralones no funcionan", coincidieron el ingeniero Orfel Fariña y la maestra mayor de obras Evelia Ocampo. El panorama es siniestro pero ambos suponen que este rubro es el primero que irá a levantar la cabeza.
Coinciden además en que "está todo parado" y que "si bien hay gente que tiene dinero para invertir, no lo hace porque prefiere esperar el comportamiento del mercado pospandemia".
Tampoco se vende ni se compra. "No hay precios", dice Evelia Ocampo, quien deduce que los valores van a cambiar notablemente porque las propiedades que valían determinada cosa con un dólar ya no costarían lo mismo después de la peste. "Y así hay quienes quieren comprar pero no pueden porque nadie quiere vender", grafica.
"La situación es catastrófica", señaló Fariña, pero culpa de esto tanto a la enfermedad como la situación económica y social que vino aparejada.
"La actividad está muy restringida" y, como Ocampo, supone que el repunte se irá dando por las obras particulares gneradas por gente que tiene algunos ahorros y pretende arreglar o remodelar su casa.
Sin operaciones
Uno de los problemas señalados fue que se puso el acento en la salud, pero no había otra alternativa. "Uno no sabe a quién contrata y si tiene o no covid 19", dijo Evelia Ocampo.
Esta incertidumbre la ejemplificó con la reciente situación que atraviesa la ciudad en la que de pronto se encontró con una explosión de casos, con infinidad de contactos entre portadores del virus y otros que no lo tenían. La irresponsabilidad y la ignorancia hicieron todo eso más allá de las políticas y más allá de los cuidados que se pretendieron difundir.
Si bien es cierto que la pandemia fue la causa principal de todo, también es cierto que no se supo combinar la enfermedad con la economía, y ambas cosas marcharon por caminos diferentes y contradictorios.
"Estamos todos parados y esto ha ocasionado un gran perjuicio", dijo Evelia Ocampo. "Los corralones no funcionan no hay inversión ni nada y quien tiene un dólar no puede comprar nada porque tampoco nadie quiere vender. Hoy un tipo que tiene 30 mil dólares puede comprar un departamento, pero no hay nadie que se lo venda", remató.
Añadió que los materiales han subido, "los ladrillos huecos, el hierro, la chapa, los pisos, los revestimientos, cañerías, sanitarios..., todo aumentó, pero todo sigue parado lo que hace aún más incomprensible la situación".
La maestra mayor de obras sostuvo que cuando se entró en cuarentena "se trabajó un poco, pero inmediatamente se paró. La gente pretendió comprar materiales para aprovechar sus ahorros pero enseguida se pararon todos los corralones. Igual se trabajó mucho con los materiales pero no había quien invirtiera en obras. Y hoy no tenés precio, por lo tanto, quien tiene un dólar, prefiere guardarlo".
Ella paró todas las obras, aún las que tiene en Las Flores, ciudad en la que no la dejan entrar por venir de Olavarría. "Existe una gran desconfianza a raíz de lo último que pasó", señala.
Las dos cosas
Para el ingeniero Orfel Fariña, la situación "es catastrófica. Hay sectores que se han visto afectados fundamentalmente por eal aislamiento social y económico", aunque admite que el respaldo sanitario argentino requería ganar tiempo con una cuarentena estricta.
Con la cuarentena, los corralones cerraron y tampoco se permitieron obras chicas. Para Fariña, la venta de materiales habría entrado en un cuello de botella por los plazos de pagos y por la parálisis general.
De todos modos supuso que el repunte vendrá más rápido que otro sector y "la esperanza está en la obra privada", dijo, tras lo cual advirtió que "hoy por hoy las posibilidades todavía están muy restringidas".
A su juicio, las pequeñas obras "irán apareciendo con la apertura de la cuarentena y quienes se hacían de unos pesos por las changas lo van a poder seguir haciendo".
Por lo tanto dedujo que toda la movilidad económica se daría a partir de la construcción "que pondría en marcha la rueda general".
Tras ello razonó que "va a haber un cambio de paradigma porque se van a priorizar la salud, los afectos y cosas más esenciales". En plano económico, si bien responsabilizó a la peste como a la cuarentena de la parálisis actual, razonó que "no había otra alternativa que lo que se hizo. Argentina no es Suecia ni otro país con el sistema sanitario que tienen. Estamos en otra situación".