"La presencia de las rejillas es una exigencia de Camuzzi. En las instalaciones nuevas de gas debe haber una rejilla de ventilación en la cocina; inclusive si hay un anafe. Y donde hay un termo también, porque el termo no es tiro balanceado sino que toma oxígeno del ambiente para calefaccionar; es como un calefactor tiro natural. Este calefactor también toma el oxígeno del ambiente para funcionar y eso es un arma de doble filo, por lo que cuando se instala un calefactor tiro natural en un living o comedor (no en una habitación) también debe haber rejilla de ventilación. En el balanceado no, porque toma el oxígeno del exterior" siguió explicando Burucúa.

"La gente no sabe demasiado sobre este tema y con tal de calefaccionarse prende el horno o la cocina. A veces no pasa nada, pero se producen los accidentes cuando se duerme. Es que no se da cuenta. Lo que ocurre es que el mismo monóxido de carbono del ambiente te va adormeciendo y no te das cuenta, y después ya es tarde", señaló.

Respecto de los termos o calefactores tapados, cuando llega el invierno hay que llamar al gasista para que funcionen correctamente. "En las habitaciones deben ser tiro balanceado. Se puede poner tiro natural, pero en living o comedor, es decir en un ambiente donde no se duerma. Las cocinas y los termos deben tener ventilación por rejilla, al exterior, tanto arriba como abajo", aconsejó Burucúa.

¿Qué pasa cuando están "tapados" los calefactores? "Un tiro balanceado es raro, pero un tiro natural que sale a los cuatro vientos, en la chimenea puede pasar que los pájaros hagan nidos y eso los tapa en su ventilación, y lo que quema lo tira nuevamente hacia adentro. Se recomienda revisar la ventilación de los termos y calefactores tiro natural, fundamentalmente. En los balanceados no es tanto el problema porque tiene cámara cerrada y no toma aire del ambiente", agregó. "Si la llama es amarilla las causas pueden ser varias: está mal regulado el aire, pueden estar sucios los picos de gas (piloto y quemador) o sucios los quemadores con hollín o mugre, que siempre se junta. Por eso es que el calefactor larga una llama amarilla y hay que llamar al gasista matriculado para que el funcionamiento sea perfecto".

En tanto en la cocina, "lo principal es que el horno tenga válvula de seguridad. Es decir que si se apaga el horno, se apaga el gas al instante. Todas las cocinas nuevas tienen válvula de seguridad. Es la conocida termocupla, ese caño de bronce que va detrás de la cocina que cuando se calienta, en la llave del horno tiene una unidad magnética que permite el paso del gas. Si la termocupla falla, cuando se suelta la perilla de la cocina (en el momento de prenderse) entonces se apaga. Ello es porque la termocupla anda mal y allí se origina un problema que puede ser grave. Es que hay gente que la saca y la pone directo, el horno está cocinando pero si se apaga no se puede ver. Así sale el gas y uno no lo percibe, y después llega el accidente", comentó Burucúa.

"La gente a veces no toma conciencia. En una obra hay que hacer un agujero para poner la rejilla de ventilación en una pared, y no quiere ponerla. No lo entiende. Porque dice que queda feo y entra viento, sobre todo en invierno. Por supuesto que entra aire. Y debe entrar. Pero a veces la tapan y le ponen cinta porque hace frío, pero no es lo correcto. No se da cuenta del peligro que está ocasionando con esa rejilla tapada. Cuando ocurre un accidente, recién ahí se toma conciencia, lamentablemente", terminó contando Julio Burucúa.