Quedó inaugurado el Festival Internacional de Narración
La primera jornada del festival incluyó narraciones en la escuela del Penal y en el Museo "Emma Occhi", para alumnos de Sierra Chica. Después, y bajo el abrigo del salón Rivadavia, se concretó la inauguración oficial del evento, que se prolongará hasta el sábado próximo.
El que habla es Claudio Ledesma, un "contador profesional de historias" que ayer fue parte de la apertura del Festival Internacional de Narración "Te doy mi palabra", que además coordina. El evento -el octavo de su tipo- cuenta con la participación de cuentistas argentinos y de otros países para visitar la cárcel, mudarse de museo en museo, visitar el zoológico e instalarse en el centro para darle vida a las palabras y cautivar, también, a chicos con capacidades diferentes. Todo cerrará el sábado próximo con una gran narratón.
Con esta serie de actividades destinadas a poner en valor la oralidad, Olavarría se convierte en un eslabón argentino dentro del circuito de festivales latinos e iberoamericanos de narración oral, convirtiéndose en una fiesta de la palabra y de las historias contadas por profesionales de todo el mundo. La iniciativa abarca desde los más antiguos relatos de tradición oral hasta la literatura universal, reuniendo a un público que va desde la infancia hasta la tercera edad.
A nivel local, la propuesta se desarrolla a través de la Red de Museos Municipales en los Pueblos, que dirige Maribel García; el área de Promoción de la Lectura, a cargo de Diego Rojas; Integración por el Arte, coordinada por Andrea Hess; el zoológico "La Máxima", dirigido por Sandra Botassi e integrantes del Centro de Integración Comunitario dependientes de la Secretaría de Desarrollo Social.
En Sierra Chica
Eran apenas las 8 de la mañana cuando Sierra Chica recibió al grupo de cuentistas integrado por el propio Ledesma, el artista mexicano Javier Coronado, el actor y locutor peruano Enrique Argumedo, la colombiana Mayerlis Beltrán y Ana María Pellegrini, proveniente de Lomas de Zamora.
Los primeros pasos los llevaron a la Escuela Media Nº 5 que funciona en la Unidad Penal Nº 2. Y aunque no ofició de narradora, Maribel García se animó a decir que "fue una experiencia muy fuerte para todos: hubo una recepción espectacular y ver a los internos emocionados con cada uno de los cuentos fue algo realmente impactante". A pesar de la lluvia y el frío, el recinto donde se desarrolló la iniciativa resultó acogedor para el momento.
Después, dos de los narradores debieron trasladarse hasta el Jardín de Infantes sierrachiquense, mientras sus compañeros hacían base en el Museo de la Piedra "Emma Occhi", y recibían a alumnos de la Escuela Primaria Nº 2, a los que luego se sumarían, cruzando la calle, los estudiantes de la Escuela Nº 13.
En una de las salas del lugar, Javier Coronado encantaba y divertía a los chicos con su exquisita narración de "La risa robada", una obra anónima que se ha ido trasmitiendo oralmente por generaciones. En la restante, Claudio Ledesma se ponía en contacto con los bajitos con su fragmento de la novela "Secretos de familia", que "pinta fragmentos cotidianos donde uno se puede ver identificado y reflejado. Y estos rituales, los grandes silencios, las peleas, las relaciones tan complejas de los adultos y cómo desde la voz de un niño va registrando este personaje este inquietante mundo que lo rodea".
¿Cómo se siente cada jornada inaugural de un evento que ha hecho pie, sucesivamente, en la Capital Federal, Córdoba, Misiones, Mendoza, Santa Fe, Neuquén y Tierra del Fuego, para desembarcar ahora en Olavarría? "Genera mucha adrenalina", advirtió Ledesma, convencido de que en esas ocasiones "se va testeando al público, tratando de percibir la manera en que reciben nuestras propuestas".
Sobre la experiencia en la sede penitenciaria, confió tener "sentimientos encontrados: primero hubo mucha angustia porque es un lugar triste. Pero después felicidad porque con esta tarea, les estamos llevando el afuera a través de las historias. Finalmente, estemos donde estemos, todos somos seres humanos. Y tuvimos una devolución maravillosa de nuestro auditorio".
Los chicos, por su parte, "ya tienen el hábito de sentarse a escuchar, de dejar volar la imaginación, de disfrutar. La verdad es que aquí y en los pueblos sentimos que el público, y sobre todo el infantil, tiene otro tiempo de escucha, distinto al de Buenos Aires donde vivimos atropellados, invadidos por imágenes. Con este público, nosotros nos podemos permitir disfrutar más como narradores", dijo el hombre, mientras en la sala contigua, los chicos estallaban en carcajadas con las aventuras de Martín, el coleccionista de risas.
Si algo necesita un narrador, eso es "la pasión de decir", afirmó Claudio Ledesma parafraseando al uruguayo Eduardo Galeano. "Todos tenemos algo que contar, algo que merece ser celebrado, festejado o simplemente perdonado. Y el cuento es la excusa, es el medio para comunicar y decir eso que nosotros queremos transmitir como seres humanos".
Sobre el final, Ledesma dejó abierta la invitación al público en general. "Que vengan a las funciones, que se dejen llevar por estas historias, y sobre todo, a compartir a través de la imaginación. Porque a través de la palabra, uno puede subir a las montañas, viajar por el fondo del mar o subir a las estrellas".
Apenas iniciada la tarde, hacia las 14, el Festival quedó inaugurado oficialmente. El acto previsto en la plaza central debió trasladarse, a causa del mal tiempo, al salón Rivadavia, donde se congregaron autoridades y delegaciones de colegios.