El vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, pronunció un discurso conmovedor durante los actos de aniversario de la Federación Departamental de Trabajadores Fabriles de La Paz, enfocándose en la necesidad de reparar los errores del pasado y avanzar hacia un futuro más industrializado y unido. Choquehuanca subrayó la importancia de las organizaciones sociales como motor del cambio en Bolivia, y llamó a la unidad para superar los desafíos históricos y actuales que enfrenta la nación.

"En el pasado se cometieron muchos errores. Hoy nos toca reparar a nosotros. No se ha tenido una visión estratégica, por ejemplo, del desarrollo industrial del país", afirmó el vicepresidente, refiriéndose a la falta de inversiones adecuadas durante los periodos de bonanza económica. Según Choquehuanca, el enfoque debe estar ahora en la industrialización, que es crucial para el desarrollo sostenible de Bolivia.

El vicepresidente también criticó duramente las prácticas de "chantaje y sabotaje" que, según él, han plagado el sistema político y judicial del país, creando divisiones y obstáculos al progreso. "Sabotear es dañar hermanos, es herir, es lastimar, es humillar. No podemos seguir saboteándonos entre nosotros", explicó, instando a un compromiso renovado con el diálogo y la cooperación.

Además, Choquehuanca destacó la necesidad urgente de reformar el sistema de justicia boliviano, que describió como un vestigio colonial que necesita una transformación radical. "Este sistema de justicia tiene que cambiar de raíz", señaló, sugiriendo que se requiere un enfoque completamente nuevo para abordar la justicia de manera equitativa y efectiva.

El llamado a la unidad fue un tema recurrente en su discurso, con Choquehuanca argumentando que es el único camino hacia un Estado Plurinacional más transparente, democrático, influyente y participativo. "Los operadores del divisionismo y del chantaje tienen miedo a la unidad", dijo, enfatizando la importancia de la cohesión social para enfrentar los desafíos como la división, el egoísmo, el racismo y la confrontación.

Este llamado a la acción de Choquehuanca resonó profundamente entre los asistentes, quienes se ven enfrentados a la tarea de trabajar juntos para garantizar un futuro próspero y unido para Bolivia.