La primera quincena de enero siempre es un momento crucial para evaluar el desempeño de la temporada de verano en las Sierras de Córdoba. En este verano en particular, la segunda semana ha mostrado una mejora en la actividad y la ocupación en comparación con la primera semana, pero aún está por debajo de los niveles de temporadas anteriores.

Es una tendencia común que la segunda semana de enero tenga más movimiento y ocupación que la primera. Sin embargo, según estimaciones, la actividad turística durante la primera quincena se encuentra entre un 10% y un 30% por debajo de la temporada anterior, aunque estas cifras pueden variar según la localidad y la fuente que las estime.

Una de las razones de esta disminución en la actividad turística se atribuye a la crisis económica, que ha afectado tanto a los turistas como a los operadores turísticos. La recesión y la incertidumbre económica han tenido un impacto negativo en la decisión de viajar.

A pesar de la disminución en la ocupación, se ha observado un aumento en el "turismo exprés", con estancias más cortas de alrededor de cuatro a cinco días. Las estancias más largas han disminuido en popularidad en los últimos años.

Los operadores turísticos han tenido que ajustar sus tarifas para seguir siendo competitivos, lo que puede resultar en tarifas que son elevadas para los turistas, pero insuficientes para los propietarios de hoteles y cabañas. A pesar de la situación, aún se reciben consultas y se espera que la demanda aumente en febrero.

En cuanto a la ocupación, se observa una diferencia entre los fines de semana y los días laborables, con un aumento en la ocupación durante los fines de semana. La demanda también está siendo impulsada por el "turismo de cercanía", con más turistas provenientes de la propia provincia y provincias cercanas como Santa Fe y San Luis.