Nimo, Mazon, Pezzotta y Codesal, hijos de la misma matriz
El arbitraje y las polémicas van de la mano desde que el fútbol se convirtió en el deporte universal. Y generalmente los standars de corrupción van de la mano con los niveles de honestidad que cada sociedad está dispuesta a defender.
En la Argentina las sospechas siempre han sido muchas, las denuncias en la Justicia no tanto, las sanciones casi inexistentes. Y viene de lejos.
A tal punto, que en marzo de 1948 la AFA se vio obligada a contratar ocho árbitros ingleses, luego de una crisis con los jueces locales y la suspensión de varios de ellos.
Los primeros en llegar fueron Dean, Gibbs, Hartles, Provan, Gregory, White, Corx y Brown, según la recopilación de Pablo Ramírez en su libro "Historia del Profesionalismo". Los jueces británicos dirigieron durante una década.
Entre 1948 y 1954 a los ocho jueces contratados se sumaron otros seis árbitros del mismo origen. Llegaron después Maddison, Mackena, Berry, Cross Crawford y Wilbraham.
No obstante las dificultades del idioma en los arbitrajes del difícil escenario criollo, imponían "la autoridad universal del juego que los propios ingleses inventaron a fines del siglo XVIII y aplicaban el reglamento con equidad" puntualizó el historiador Pablo Ramírez.
CUANDO CASI COLGARON A UN ÁRBITRO
El 27 de octubre de 1946, San Lorenzo le ganó a Newell?s 3 a 2 en Rosario y el público local invade la cancha disconforme con el arbitraje de Osvaldo Cossio.
La historia dice que en tiempo de descuento el puntero de Newell?s Moyano eludió al arquero Blazina y convirtió el 3 a 2, pero el juez Cossio anulío el gol sin que se entendiera la razón. Mientras todavía se protestaba San Lorenzo sacó un contragolpe que culmino en un gol en contra del defensor Nieres tras un centro de Imbellone provocando el 3 a 2 pero para el puntero del campeonato y ahi la ecatombe.
Los hinchas de Newell?s entraron al campo de juego y embistieron contra los jugadores visitantes, los jugadores Pontoni, Basso y Vanzini fueron agredidos recibiendo este último un sillazo en su espalda. Mientras tanto el juez se fue al vestuario y observó que había gente entrando por otras puertas y ahí encontró un agujero en el alambre que le permitió escapar hacia el Parque Independencia corriendo con la poca fuerza que le quedaba se tiró encima de un auto que pasaba pero el vehículo se detuvo y cayó al piso, en ese momento soportó un terrible remolino de patadas y golpes de todo tipo, un hincha saco un cinturón y lo ato a la rama de un árbol y allí varios hinchas ayudaron a levantarlo e intentaron colgarlo hasta que aparecieron 3 soldados y lo salvaron. Más tarde en el hospital Británico de Rosario se constató que el juez había padecido un fuerte golpe en la cabeza con lesión en el hueso temporal derecho, heridas cortantes en brazos, piernas y rostro más conmoción cerebral.
NIMO Y LA MANO DE GALLO
Un 19 de diciembre de 1968 se midieron por la segunda fecha del triangular River y Vélez, que también tenía a Racing. River había ganado el primer encuentro y si se quedaba con la victoria ante los de Liniers daba la vuelta, con el agregado de que cortaban más de una década sin títulos.
El partido estaba 1 a 1 y el conjunto de Núñez tuvo el segundo tanto. La pelota se metía en el arco hasta que Luis Gallo despejó como un arquero cuando en realidad era defensor. Todo el mundo pidió penal en el estadio, pero el árbitro Guillermo Nimo dijo que no la vio y cobró una falta previa inexistente. Ante esto, la igualdad dejó a Vélez a un paso de la gloria, algo que lograría la fecha siguiente al vencer a Racing 4 a 2 en el "Gasómetro".
EL PENAL DE CODESAL
Italia ?90 fue el último Mundial que vio a la Argentina jugar hasta el último partido, pero aquella final con los alemanes fue como el desarrollo: demasiado accidentada, mediocre, y la Argentina aguantaba como podía los embates alemanes.
Edgardo Codesal Méndez, un uruguayo de abuelos argentinos, pero radicado en México, fue el encargado de dirigir la final. Durante el partido mostró dos tarjetas rojas para Pedro Monzón (el primer expulsado en las finales de Copa del Mundo) y Gustavo Dezotti (en el minuto 87), y concedió un controvertido penal de Roberto Sensini al delantero Rudi Völler en el minuto 84, convertido en gol por Andreas Brehme, que le dio la Copa a los teutones.
Algunos minutos antes, Codesal había omitido un claro penal de un defensor alemán a Gabriel Calderón.
EL PENALAZO DE CHIQUI PÉREZ A CARUSO
La tarde del 26 de junio de 2011 quedará guardada en la memoria de los hinchas de River para siempre como el peor momento de su historia, pero también acompañará al árbitro del encuentro ante Belgrano, Sergio Pezzotta.
El referí tuvo una actuación cuestionada por la no sanción de un penal que Claudio "Chiqui" Pérez ?hoy en Boca- le cometió un claro penal a Leandro Caruso a los 25 minutos del primer tiempo en el partido de vuelta de la Promoción.
"Me equivoqué por estar en una mala ubicación, pero no soy el culpable del descenso, como titularon. Solo me equivoqué en una jugada" dijo dos años después Sergio Pezzotta en declaraciones a Radio 9.