"Ser maestro: Dura tarea si las hay, porque en estos tiempos que corren, motivar a los alumnos, sobre todo en la enseñanza de los buenos valores, es terriblemente difícil, ya que el docente esta solo, la sociedad no lo acompaña.

Se es profesor por variadas circunstancias, pero se es docente sólo por una razón: se cree en el futuro luchando por el presente a través de la formación de personas, en cualquier nivel en que nos desempeñemos.

Va más allá de un trabajo, de un título o de un cargo, y tampoco se agota en la vocación. Es la elección de una forma de vida que se asume desde la labor diaria, las exigencias, la lucha, el agotamiento, la esperanza y la alegría de hacer lo que elegimos ser.

Paradójicamente, la sociedad ya no valora como antes la figura del docente, pero sí le exige la mejor formación de las generaciones futuras. Ante esta situación, no hacemos oídos sordos y seguimos eligiendo vivir de esta manera, siendo docentes buenos, regulares o excelentes, pero dando día a día lo mejor que tenemos para contribuir a la formación integral de nuestros alumnos.

No se es docente por trabajar en el ámbito educativo, lo somos porque creemos en el hombre y en la sociedad y fundamentalmente, en la educación como única herramienta para lograr transformar el mundo.

Vivimos en un mundo permisivo y relativista, donde el respeto, la honestidad, la tolerancia, el esfuerzo personal, no son moneda corriente, o por lo menos, no son los más destacados, y es en este ámbito, donde los maestros y profesores debemos hacer malabares para cumplir con nuestro rol: EDUCAR, ENSEÑAR.

La cuestión es, que no sé muy bien cuándo ni quién les ha hecho creer a ustedes, nuestros alumnos ,que la escuela tiene que ser entretenida. ¡Nada más lejos de la verdad! Es imposible que estudiar gramática, ortografía, lógica, polinomios, geografía pueda resultar un divertimento. ¡CHICOS!: ir a la escuela no es placentero. Significa esfuerzo, levantarse temprano a leer, hacer tareas los sábados y domingos, sacrificar algo que me gusta para cumplir con las responsabilidades que el ser estudiante implica. Pero si no lo hicieran, no podrían adquirir conocimientos, cultura, saber.

Nosotros, los docentes, tenemos la obligación de educarlos en la cultura del esfuerzo; de hacerles tomar conciencia de que en la vida encontrarán muchas cosas que encajan en sus vocaciones, pero otras tantas que deberán hacer porque la sociedad así lo exige, por ejemplo, escribir sin faltas de ortografía.

En fin, ser docente, como dije al principio de estas palabras, no es tarea fácil; algunos son docentes por vocación y otros por opción, pero en cualquier caso, nuestra responsabilidad ineludible es la misma: EDUCAR.

Mañana (por el Día del Maestro) es un día especial, y el 17 de septiembre (por el martes), el Día del Profesor: los invito a que, en algún momento del día, pensemos en ese maestro o en ese profesor que nos enseñó algo que valió la pena aprender, y tratemos de compartirlo con quien tengamos al lado, porque si para cada uno de ustedes fue bueno, seguro que a alguien más le servirá. Creo que ese acto de reconocimiento, es el mejor homenaje que un docente (al menos yo) puede esperar. Muchas gracias".