En un hecho macabro y completamente inusual, Érika de Souza intentó retirar dinero en una sucursal bancaria ubicada en Bangu, al oeste de Río de Janeiro, utilizando el cadáver de su tío. La mujer trasladó el cuerpo en una silla de ruedas, se colocó frente al mostrador y trató de hacer que su tío "firmara" un documento para retirar efectivo, simulando que estaba vivo.

Los empleados del banco, alertados por la situación sospechosa, decidieron grabar todo y llamar a la policía. En las imágenes se puede observar cómo Érika intenta sostener un bolígrafo con la mano del fallecido para que parezca que está firmando. Sin embargo, la farsa fue descubierta rápidamente y la mujer fue detenida en el lugar.

A pesar de la evidencia, Érika persistió en su intento, incluso tratando de hacer que su tío "tome el bolígrafo" con su ayuda. Finalmente, la policía llegó al banco y procedió a investigar la situación, constatando que el individuo en cuestión había fallecido.

Se abrió una investigación para determinar la veracidad de la relación de parentesco entre Érika y su tío, así como para determinar si la mujer podría estar implicada en la muerte de Paulo Roberto Braga.