Vale destacar que en el marco de las averiguaciones que se iniciaron desde el 2 de diciembre de 2010, cuando se registró el trágico suceso (ver recuadro), el único detenido al momento es Sergio Nicolás Salguero, de 30 años, quien fuera interceptado pocos días después de aquella fecha, quedando alojado en una de las unidades carcelarias de la localidad de Sierra Chica.

Si bien junto al imputado, de acuerdo con lo que se pudo establecer en la causa desarrollada por la fiscal Susana Alonso -de la UFI Nº 7-, circulaban otras dos personas, las mismas formarían parte del debate como testigos, siendo incluso declaraciones clave en perjuicio del acusado. El proceso judicial se iniciará en la mañana del próximo jueves y continuará, en principio, hasta el viernes siguiente en la sala de audiencia del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 del Departamento Judicial de Azul.

Con suma entereza, detalle y frontalidad fue encarando cada una de las preguntas y situaciones planteadas. Si bien en algunas no pudo hacer demasiado para disimular el dolor, dedicó duros apartados a la figura del Salguero y el grupo de personas que lo acompañaba aquella noche de diciembre. "Todo, por lo que sé, lo idealizó el que manejaba. Le ''cabía'' matar una persona, viste así como hablan ellos, y lo mató y lo dejó tirado", declaró. Inclusive, fue más lejos y completó "no sé cómo podés tirar a una persona y dejarla tirada, ni a un perro me parece que lo dejas así".

El relato a veces mostraba altibajos en su voz, fundamentalmente cuando se refería a su marido, a quien mantuvo cerca a lo largo de toda la nota a través de un portarretrato ubicado en el medio de la mesa. "No tenía enemigos, un hombre buenísimo, si hubiesen sabido la clase de persona que era...", inició. "Pero salieron a matar. No son ningunos ''nenes de mamá'' tampoco, no es la primera vez que hacen algo así", levantó el tono y sentenció.

"Nunca me cerró lo del accidente, que me parece que fue lo primero que se dijo. Era que él (en referencia a su marido) los había visto (en alusión al grupo de personas que circulaban a bordo de una camioneta) en una quinta donde estaban robando, nada que ver. Mi marido venía de trabajar, lloviendo a cántaros como llovía qué va a ver. Eso lo descarte desde un principio", respondió con respecto a una de las primeras versiones que giraron tras el macabro hallazgo del cuerpo del hombre, que se encontraba en el interior de un zanjón ubicado en las cercanías del cruce de Avenida de los Trabajadores y La Rioja. "Le faltaban cinco cuadras para llegar a casa", acotó.

Roldán trabajaba en Cerro Negro desde hacía 16 años, sin embargo hacía sólo 10 meses que se encontraba "en blanco", debido a que antes lo hacía por medio de distintas empresas contratistas. "No entraba por la cuestión de que no tenía estudios secundarios. Tanto la luchó ahí adentro que llegó al logro que quería, se sabía todos los trabajos de ahí, era lo que el quería, les ganó por cansancio", declaró la mujer.

"A mí ya me lo quitaron"

"Se me está haciendo re largo, quiero que se termine y que se haga justicia", soltó reconociendo que ver la meta de llegada la pone cada vez más ansiosa. Al duro camino y la ardua espera se le sumó inesperadamente una postergación cuando solo faltaban días para el juicio. La mujer quedó sola con sus dos hijos, hoy de 21 y 19 años. "Los primeros tiempos estábamos todos en la misma, la diferencia de ellos conmigo es que tienen sus amigos, son jóvenes. Yo me encerré mucho en mí, fundamentalmente los tres primeros meses", se sinceró.

No obstante, ver los avances de la investigación y el apoyo de la familia la cargó de la entereza que la necesitaba para afrontar al juicio, al que concurrirá con el acompañamiento de su madre, debido a que los hijos prefirieron no ir. Inclusive, será una de las primeras en prestar declaración. Si bien la fiscal Susana Alonso le indicó acerca de los avatares y las posibles situaciones que pueden darse, sabe que parte de lo que ocurra puede ser inesperado.

Asimismo, le dedicó un apartado a la labor de la responsable de la UFI Nº 7. "Estoy muy conforme, estoy desde ese momento siempre en contacto con ella. Estoy muy conforme, poniendo todo en sus manos", destacó.

Su tono vuelve a cambiar cuando habla del detenido y las personas que viajaba con él, no comprendiendo -o no encontraba justificativo- a por qué estarán en calidad de testigos. "Quisiera que no salgan más, que no tengan derecho a nada, ni buen comportamiento ni dos por uno ni nada. A mí me sirve para él, para que se haga justicia y pueda descansar en paz, pero a mí que le den ocho o que le den diez años no me cambia nada, ya está, ya me lo quitaron", finalizó.