La magia se renueva
El cine en Olavarría tuvo sus épocas doradas en los ''50, ''60 y ''70, donde cumplía una gran función social, de reunión de amigos, salidas familiares y parejas que se formaban en la oscuridad de la sala. "Los días sábados a la noche se vendían todas las entradas, porque era una salida infaltable", rememora Martín Arroyo, empresario olavarriense ligado al cine desde aquella época hasta hace un par de meses, cuando dejó la concesión de las salas que funcionaban en el hipermercado Walmart. "Era una década donde hubo tres cines en la ciudad: el París, el Municipal y el Gran Cine Olavarría", destaca.
Pero toda época dorada tiene su caída. En 1989, de esas 3 salas quedaba una (Gran Cine Olavarría), pero al no soportar la crisis económica estuvo cerrada durante 6 meses. Ahora, esta falta volvió a ocurrir, sólo por 2 meses, y se podría hablar de un antes y un después en la historia del cine olavarriense. Es que la inauguración del Complejo París (¿o reinauguración del Cine París?) trajo la novedad del 3D y "la vuelta del cine al centro", como subraya emocionado Emilio Moriones, socio gerente del grupo inversor que abrió el Complejo París, una sala frente a la plaza central que cuenta con 250 butacas, sonido 7.1, espacio para personas con discapacidad y butacas especiales para gente obesa."Nosotros sabíamos que comprábamos un lugar que, másallá de haber sido boliche por 20 años con Ticket, durante muchos años había sido cine (primero Perrone, luego París) y eso está en la cultura de la gente. Fue un cine por donde pasaron 3 generaciones completas", se entusiasma.
La gran novedad es que Olavarría inaugura así la llegada de una nueva tecnología en materia de exhibición cinematográfica. "Hoy no nos damos cuenta de que entramos en la historia con la incorporación del cine 3D, pero dentro de un par de años vamos a caer, por el momento solo pensamos es en trabajar", agrega Moriones.
Pochoclo va y pochoclo viene, Olavarría entró en la era digital en proyección ya que una nueva disposición planea que a partir del 1 de enero del 2015 todas las salas del país deberán contar con este equipamiento. "Lo que te permite el proyector digital es armar el show o grilla hoy y no volver a tocarlo por una semana, si es que lo deseas, ya que el proyector mismo está para que tal día a tal hora la película arranque, se bajen las luces y demás", explica.
Claro que esta innovación implica consecuencias. "Los proyectoristas son gente que ama el cine, que le gusta mucho su trabajo, pero que ahora va a dejar de existir porque lo digital requiere un programador que se encarga de las cosas una vez a la semana", asimila con nostalgia Martín Arroyo, que también estuvo al frente del Gran Cine Olavarría en la última etapa, hasta que cerró definitivamente en 2005. A partir de ahora "las películas vienen con un disco externo, se descargan desde un servidor y luego se mandan códigos para habilitar esa película (KDM), los cuales caducan en un estimado tiempo de habilitación", cuenta Morionesmientras oficia de guía por la confortable sala que acaba de inaugurar.
Sin dudas, miles de historias y relatos salen de la vida del cine en Olavarría, porque cuando se prende la luz del proyector y se apagan las de la sala, la magia vuelve a girar. Y en la oscuridad han nacido historias de amor, de parejas y desde ahí familias; pero también en esa oscuridad puede pasar otras cosas. Como la que recuerda Martín Arroyo, cuando en la sala del Gran Cine Olavarría "las películas empezaban a las 22 y terminaban a la 1de la mañana. Una vez un espectador, obrero de fábrica, que entraba a las 4 a trabajar, se durmió en la fila de adelante. Una vez que terminó la función, el encargado del cine prendió las luces, miró la sala y como no había nadie, se fue. Cuando el obrero despertó a oscuras a las 2 de la mañana empezó a golpear las puertas. Por suerte alguien lo vio y pudo salir".
En términos de competencia, Moriones dice que "la sala del Paris cuenta con butacas para 250 personas, aunque puede queOlavarría necesite otra sala. Hay posibilidades de que las dos salas (en referencia a las que reabrirán en el hipermercado) y la nuestra compartan estrenos, porque es muy común con películas muy taquilleras. En tiempos muertos, donde no salen este tipo de películas, podés elegir cuál traer", apunta Moriones. Y resalta: "siempre contamos con que va a haber una nueva concesión en Walmart, y ahí vamos a ver si nuestro punto estratégico de estar en el centro da resultado".
El cine es un negocio dinámico y entretenido. Sin embargo, Martin Arroyo confiesa que "hoy ha cambiado mucho en el sentido de público. Las películas que andan y son taquilleras, tienen público adolescente o infantil; las películas para mayores no son lo taquilleras que eran antes. Los dibujos animados o de efectos especiales se han adueñado de los films". Lejos quedaron los tiempos del James Bond de los ''60, las películas de Porcel y Olmedo, el gran éxito de "Titanic" en el 1997 o "La pasión de Cristo" en 2004. Hoy las distribuidoras te imponen qué pasar. Es decir, para proyectar una película taquillera, vas a tener que pasar otra de la misma distribuidora que no es tan comercial.
Dentro de las joyas comerciales de estos últimos tiempos, Arroyo y Moriones coinciden en que el cine argentino se destacó con el "Secreto de sus ojos" y "Relatos Salvajes". Pero la estrella indiscutible de los últimos años es el pochoclo, que llegó para cambiar la rentabilidad del cine, impuesto por la misma industria norteamericana. Todo indica que no hay nada mejor que sentarse en una butaca, que las luces se apaguen y que mientras la magia comienza y se desarrolla, haya un buen balde de pochoclos para disfrutar de una película.
Soledad Suyay Gómez
Fotos: Elizabet Kenny
CRONOLOGIA
1915. La historia del cine en Olavarría está por cumplir su centenario: el 24 de febrero de ese año se inauguró el Cine - Teatro Perrone (después Cine París).
1941. Inaugura el Cine Teatro Municipal de la mano de un grupo de personas entre las que estaba Benjamín Gutiérrez.
1961. El 16 de agosto se inaugura en la calle Vicente López el Gran Cine Olavarría, por obra de un grupo de 17 socios.
1989. Durante 6 meses no hubo cine en Olavarría.
1999. Abren las salas de cine en el Hipermercado Toledo (actual Walmart).
2005. Cierra definitivamente el Gran Cine Olavarría, la última sala histórica de la ciudad.
2014. Reinaugura el Cine París bajo el nombre de Complejo París. Llega la tecnología digital y el 3D por primera vez a la ciudad.