En su habitual encuentro con los medios de comunicación, Manuel Adorni, vocero presidencial, expresó su sorpresa ante aquellos que parecen no querer reconocer los cambios propuestos por el Gobierno. Insistió en que la "Ley Ómnibus" no es negociable en cuanto a su contenido, pero que están dispuestos a considerar todas las sugerencias que puedan mejorarla.

Adorni enfatizó que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) diseñado para desregular la economía no viola la Constitución y que el Gobierno está buscando un entendimiento para que el Congreso apruebe la "Ley Ómnibus".

El vocero presidencial advirtió sobre las graves consecuencias que enfrentaría el país si la ley no se aprueba. Mencionó que la pobreza persistiría, las inversiones no llegarían y la inflación seguiría siendo un problema sin resolver. Afirmó que el camino hacia la decadencia continuaría si no se toman medidas.

Adorni también hizo hincapié en que el Gobierno tiene una visión clara de lo que busca lograr con la "Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos" y que su aprobación depende del Congreso para evitar un desastre económico.

En cuanto a las recientes fluctuaciones en las cotizaciones de los "dólares financieros", Adorni destacó que son un indicativo de lo que podría suceder en el mercado de cambios y la economía en general si el proyecto de ley no se aprueba. Hizo un llamado a la política para que cumpla su parte y respalde las reformas propuestas por el Gobierno.

El vocero también mencionó la deuda pendiente con los importadores y cómo el Gobierno anterior no cumplió con sus compromisos. Concluyó destacando la importancia de que el Congreso tome una decisión sobre la ley, ya que recae exclusivamente en ellos la responsabilidad de su aprobación o rechazo.