Durante la apertura, el secretario de Cultura de La Madrid, Diego Franco, agradeció a los artistas y a la vez que destacó que "son obras que estuvieron en lugares muy importantes y cuando las vemos nos abren la cabeza".

Por su lado, la profesora Alejandra Lettieri recalcó que "el Complejo es un lugar que nos llena de orgullo a los lamatritenses porque acerca la cultura a todos para que sea una cuestión de vida cotidiana". Asimismo subrayó que las obras de Mazzuca y Busquets "son maravillosas" y anunció que los artistas volverán a la ciudad para brindar talleres.

La muestra pertenece al Museo Provincia de Bellas Artes "Aldo Pettorutti" y llega a la ciudad gracias a la Secretaría de Cultura y a la Asociación Amigos del Complejo.

Trabajo en equipo

"El trabajo es individual, las muestras sí son en conjunto. Trabajamos cierto diálogo conceptual y en el armado", explicó Christian Mazzuca y destacó que las exposiciones "son un encontrarse haciendo que confluyan públicos".

Por su parte, Gabriel Busquets contó que el proyecto de exponer de manera conjunta nació en 2014 "por influencia de los alumnos que nos hablaban de uno y otro pero nosotros no nos conocíamos, y descubrimos que podíamos estar juntos a pesar de que somos bastante diferentes en la plasmación de los trabajos; hacerlo en equipo te permite recibir mucho más que hacerlo individualmente".

Ciudad y cultura

"Conectamos desde el lenguaje, hay temas recurrentes y compartidos, y eso es lo que nos hace estar juntos", apuntan y destacan que la ciudad de la que son originarios (La Plata) tiene una vinculación histórica al arte que "hoy va más allá de la Facultad, el Conservatorio y el Teatro" porque "vive una explosión con los Centros Culturales; hay más de 150 que están movidos por los pibes y es una generación que se forma a través de las artes, más allá de lo académico".

"Es interesante dialogar con quien va a las muestras porque detrás de una mirada no se sabe bien qué hay. Si me preguntás qué busco en mis obras, es el lenguaje puro y la imagen es secundaria entonces el contexto de la ciudad no me condiciona. Hay pintores que buscan exponer cuestiones sociales, del amor, que son retóricas o semánticas pero para mí lo que haba es el lenguaje puro aunque a veces te gusta dibujar una figura pero la búsqueda prioritariamente es plástica, deteniéndose a sentir lo que sucede en ese instante", menciona Busquets.

Diferentes miradas

"Cuando te reencontrás con una obra en una exposición tenés diferentes miradas: a veces te gusta y en otras querrías hacerla de nuevo. Estas son obras muy grandes por eso no están en permanente exposición y cada vez que las volvés a observar van cambiando las miradas y hasta te puede señalar caminos a futuros trabajos", sostiene Mazzuca.

"Colgar un cuadro en una muestra es como escribir un libro y editarlo, cuando sale de tu ámbito y lo ve el público uno lo mira con ojos diferentes y está bueno que suceda eso", apunta su compañero.

Pinceladas

Ambos coinciden que "el boceto puede ser una semilla de una idea pero sirve siempre y cuando no te quedes atado a él porque sino termina siendo un proceso cerrado. Hay que cambiar y variar las ideas, y los bocetos deben ser una mancha inicial que vayan tomando forma más tarde hasta que finalmente está la obra colgada en la pared".

"Muchas veces pensé que el boceto te ordenaba hacia donde ibas pero soy ansioso y no sé si la obra me va a gustar o la voy a quemar. Hay pintores que transitan un camino más o menos previsible pero en mi caso, de la primera a la última pincelada, no sé hacia dónde voy", suma Busquets.

"Uno nunca llega a terminar una obra. Se termina por una cuestión de tiempo y decisión pero uno nunca está seguro por eso no se puede hablar de una obra perfecta", concluyen.