"La raíz de la murga es la sátira y la crítica"
Hoy desde las 21 en el Teatro Municipal, la murga más popular de Uruguay se presenta con el espectáculo "Esperando el fin del mundo". Uno de sus integrantes contó cómo es por dentro esta cooperativa, que visita nuestra ciudad por tercera vez.
Andrés Pazos Vidal (uno de los fundadores en 2001; integrante del coro en la cuerda de primos y encargado de la parte administrativa y financiera) es una de las caras visibles de Agarrate Catalina, la murga uruguaya más popular del vecino país que esta noche estará presentándose en el Teatro Municipal.
"Esta es una cooperativa de 26 integrantes, aunque en las giras viajamos 18 ó 19. Así que hay algunas rotaciones en esas giras, sobre todo cuando son largas, y esa logística hay que armarla y lleva su tiempo, así que con Fernando Guaglianone nos encargamos de todo eso" comenta Andrés, "Coqui" para todos, en el hall de la Casa del Deporte, donde los murgueros uruguayos se instalaron el lunes a la noche.
"A Olavarría vinimos 19. El lunes vinimos quince y mañana (por hoy) llegan los otros cuatro. Viajamos los que subimos al escenario, que somos entre 15 y 16, y también el sonidista y un utilero, es decir el asistente de escenario. Y entre esos que suben al escenario hay 3 que hacen la percusión, está el director escénico y el arreglador coral, y el resto es el coro. Así estamos armados para las giras" agregó "Coqui".
Pero para hacer un poco de historia, Andrés es el indicado. "Eramos un grupo amigos y en 2001 nos juntamos algunos que nos fuimos conociendo por las murgas. Mi viejo (Aníbal) cantaba con Yamandú y ahora es el director artístico y general de la compañía de Agarrate Catalina. El fue también el creador, pero en esa otra murga, La Clarinada, era el utilero; también estaba Tabaré Cardozo (ahora escribe y es solista en Uruguay con una banda de música, y es hermano de Yamandú), y ellos eran los más importantes murgueros. Así que de ir a ver los ensayos conocí a los demás chiquilines. Todo de rebote. Como Yamandú tenía la idea de armar una murga, nos animamos y así se formó. En abril de 2001 nos juntamos por primera vez", siguió contando.
Lo que hace la murga es contar los problemas sociales y políticos de un país. De eso no hay dudas. Y ahí está la verdadera historia murguera. "La raíz de la murga es la sátira y la crítica. Es contar, cantando, a través del humor, la problemática social del barrio, la ciudad, el país y el mundo. Es reírnos de lo que nos pasa y poder expresarlo. Siempre con música y cantando. Hay partes habladas, obviamente, pero lo principal es el canto. Nunca tuvimos problemas por lo que decimos. En Uruguay hace más de cien años que hay murgas y existe el carnaval, y ni siquiera en las épocas más complicadas hubo problemas; nunca se pudo callar. La gente tiene sangre en las murgas, porque hay familiares o amigos, y no hay problemas para decir las cosas. En la dictadura metieron presos a algunos murguistas, pero la murga encontró la vuelta para decir sin decir, como Falta y Resto, La Soberana, por ejemplo. Cantaron siempre, sin que los que llevaban el mando se dieran cuenta. Pasó durante cien años y un grupo de veinte tipos se suben al escenario y dicen lo que piensan. En Uruguay vas a ver los libros de la murga, en el 55 o ahora, y sabés quién estaba gobernando, lo que estaba bien y mal, es como un libro de historia paralelo escrito por gente común, gente del barrio, es el pueblo que se disfraza y dice lo que siente. En ese mes, febrero, durante el carnaval, el pueblo puede escuchar a las murgas diciendo lo que está pasando. Nos disfrazamos de artistas, pero después seguimos trabajando", contó Andrés.
Una murga por dentro
"Hay gente que termina de cantar con la murga y a las 3 de la mañana se va a trabajar a un taxi. No hay una elite encargada de comunicar o de gobernar, la murga es lo popular. En Montevideo se venden más entradas para ver una murga que lo que se vende todo el año para ver fútbol. Va más gente a ver carnaval y murga que a ver partidos. Somos 3,5 millones en Uruguay y en Montevideo viven casi dos millones, entonces el carnaval es más fuerte ahí, aunque las murgas están en todo Uruguay".
Andrés (30 años) es profesor de matemáticas, ejerció un par de años y no le daba el tiempo para hacer las dos cosas, así que tuvo que elegir. "Desde hace cuatro años me dedico a la murga, exclusivamente. Somos una cooperativa artística que está instalada, con aportes jubilatorios y cobertura social. Pero también hay un par de profesores (de literatura y de historia), un maestro, un chico que está por terminar la carrera de ingeniería, un cerrajero, un técnico en sonido, una chica (Carolina, que además es quien maquilla a todos sus integrantes) que estudió estética femenina, el platillero fue utilero durante muchos de Nacional de Montevideo, otro tiene una heladería, mi papá trabaja con materiales contra incendio y a veces no puede viajar. Así es la murga".
"Nos gusta venir a la Argentina. Mucho. Me impresiona lo grande y variado que es este país. Recorrimos casi todas las provincias y es increíble lo distintos que son, entre la gente, las costumbres, los paisajes, el léxico. Hay como varios idiomas en un solo país. Uruguay es chico, es diferente, y entonces lo argentino me impacta, me maravilla. Está bueno encontrarte con alguien a más de mil kilómetros con el mismo origen y es igual, o hacés doscientos y todo es diferente. Eso es maravilloso", dice sorprendido por nuestro país.
Esta noche
Agarrate Catalina es la tercera vez que viene a Olavarría. Antes lo hizo en 2010 y 2012. Y viene a presentar un espectáculo que promete ser hermoso.
"Hacemos ahora Esperando el fin del mundo. Por las predicciones mayas se decía que venía el fin del mundo y las únicos que iban a resistir iban a ser las cucarachas. Entonces retomamos el espectáculo que hicimos en 2006 sobre este tema y cambiamos la estética, le agregamos algunas cosas nuevas y así están las cucarachas esperando y deseando que se termine el mundo, que llegue ese momento y explote todo para que ellas queden como las únicas sobrevivientes. Y en ese contexto hay varios bloques que cuentan cómo se va a terminar el mundo: se habla de las guerras, de la violencia, de la nueva ley de la legalización de la marihuana que está por salir en Uruguay, las ideologías y las banderas con sus fragilidades y la relación del ser humano con Dios. Va a ser un lindo show", terminó diciendo Andrés.