"Mi mujer es el plomero" ratificó su éxito con cuatro salas llenas
No debe haber sensación más grata para un actor vocacional poder colgar en el cartel del teatro "entradas agotadas". Claro, se podrá decir que el espacio obliga a respetar su capacidad de ocupación, pero eso que importancia tiene para los actores, si en las cuatro noches el público terminó aplaudiendo de pie la obra y a sus protagonistas. Y como si fuera poco el destino solidario era la Biblioteca Popular Laprida.
Divertida historia, pero acertada elección del texto de Hugo Marcos que alcanzó gran éxito años atrás en diferentes festivales de teatro de Latinoamérica. Guión que con el correr de los minutos se matiza por la risa, y enredos que ponen los pelos de punta a su principal protagonista, marcando lo que bien podría resumirse al peor de día de su vida.
Dinámica y coordinada se sostiene en la picardía de sus personajes, la trama capta toda la atención desde el vamos, donde cada uno de los papeles son muy bien llevados y donde se rescata como valorable y confiable para el futuro del grupo, los debut actorales de Silvina Pioli (la vecina) y Fabio Díaz (portero y cobrador) que no se guardan nada a la hora de entregar cada centímetro de libreto.
Mercedes Rossi (huésped sorpresa), Claudia Bonet (esposa del plomero) y Tere Salaberry (madre del viudo), llevan esa pizca natural de "teatreras" de alma con la habitual dosis de protagonismo y el papel central de José "Pogi" Doartero (viudo) que recibe la visita inesperada de su mujer reencarnada, lleva gran parte de la letra y soporta una red de situaciones incómodas y divertidas, teniendo a Fernando López (director de la obra) con una actuación arrasadora, más allá de ese romance natural que mantiene con el público.
El Grupo Son de Diez se presentará en La Madrid llevando esta obra, el próximo 6 de junio a beneficio de los Bomberos Voluntarios de esa ciudad. Muy recomendable.