¿Qué piensa la gente de Jesús?
En esta festividad de san Pedro y san Pablo, leemos el evangelio de Mateo en los párrafos que nos cuentan el episodio durante el cual Jesús pregunta a sus amigos acerca de lo que piensa la gente sobre él: ¿Quién dice la gente que soy yo?
Y las respuestas reflejan el pensamiento de los contemporáneos de Jesús y, por qué no, de muchos contemporáneos nuestros.
En aquel tiempo, decían Elías o Juan el bautista; hoy, la gente dice de Jesús que es un profeta, un hombre extraordinario, el primer revolucionario, un mito, ¡tantas cosas!
En aquel tiempo, fue Pedro quien pudo expresar que Jesús es el Hijo de Dios vivo y, como dijo el Señor, no lo hizo porque se lo reveló ni la carne ni la sangre, sino el Padre que está en los cielos. Es decir que no lo supo ni por su inteligencia ni porque logró comprenderlo después de discurrir lo suficiente o porque lo intuyó. Lo supo porque el don de la fe dado por el Padre se lo permitió.
Hoy, seremos capaces de confesar que Jesús es el Señor si nos ponemos en manos del Padre y pedimos el don de la fe. No se trata de otra cosa. Ni más, ni menos, Renovemos nuestra fe en Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Permitámosle entrar en nuestra vida en toda su dimensión. No lo minimicemos como muchos que dicen admirarlo por otras razones. Jesús, el nazareno, es el Hijo de Dios, vivo entre nosotros.