Aumentan los precios en biocombustibles
Esto podría generar alguna subida en el costo para los consumidores.
La Secretaría de Energía de la Nación resolvió una nueva actualización en los precios de los biocombustibles a partir de este miércoles, con el objetivo de evitar «distorsiones» en el mercado. Esta medida podría influir en el costo del TLCAN y el gasoil, tras el incremento del 2% implementado a comienzos de febrero.
Nuevos valores para el bioetanol y biodiésel
La Secretaría de Energía que conduce María Carmen Tettamanti, estableció los siguientes incrementos:
- Bioetanol a base de caña de azúcar: $717,88 el litro.
- Bioetanol a base de maíz: $657.962 por litro.
- Biodiésel: $1.107.605 por tonelada.
Estos aumentos buscan subsanar los «desfasajes resultantes de su implementación y los costos reales de elaboración de los productos». Además, se justifica en la necesidad de evitar que los precios generen «distorsiones» en los valores del combustible fósil en surtidor.
Posible impacto en el precio de combustibles fósiles
El incremento en los precios de los biocombustibles podría repercutir en el valor de venta de la nafta y el gasoil, ya que estos se utilizan para el corte obligatorio del 5% en ambos combustibles. Este ajuste podría trasladarse al consumidor final, encareciendo el costo en los surtidores.
Caída en las ventas de combustibles durante 2024
Acompañando la caída en la actividad económica, el mercado de combustibles cerró 2024 con resultados negativos, registrando un volumen total de ventas de 16,8 millones de metros cúbicos y resultados negativos en todas las variantes. Según datos de la Secretaría de Energía, cada mes del año pasado se evidencian caídas interanuales en todas las provincias. La baja fue más pronunciada en el caso del gasoil en comparación con las naftas, reflejando una retracción en la actividad económica, especialmente en sectores agrícolas y de transporte de mercaderías.
La composición del mercado también sufrió cambios, con participaciones del 44,4% para el gasoil y 55,6% para las naftas. Esta tendencia indica una disminución en el consumo de gasoil, posiblemente debido a la desaceleración en actividades productivas clave.