El Vaticano selló este miércoles las puertas de la Capilla Sixtina, marcando oficialmente el inicio del cónclave que elegirá al próximo Papa tras la muerte de Francisco. A las 12:49 (hora argentina), se completó la ceremonia de clausura, dejando a los 133 cardenales electores en completo aislamiento del mundo exterior.

Quedaron sin acceso a internet, teléfonos, televisión o la prensa, hasta que se pongan de acuerdo sobre un nuevo pontífice.

Antes, cada uno de los cardenales juró guardar secreto sobre el proceso y desempeñar "fielmente" el papel de pontífice si resulta electos por "disposición divina".