La tercera jornada de protestas cerca del Congreso Nacional se convirtió en un episodio de extrema violencia después de que se aprobara la Ley Bases con 144 votos a favor en la Cámara de Diputados. Los manifestantes, en su mayoría vinculados al Polo Obrero y otras corrientes combativas, protagonizaron disturbios que incluyeron el lanzamiento de piedras, botellas y otros objetos contundentes hacia las fuerzas de seguridad.

Los manifestantes también rompieron baldosas y utilizaron martillos para atacar a la policía. A medida que avanzaba la tarde, un grupo prendió fuego a contenedores de basura para bloquear las calles cercanas al Congreso, que hasta ese momento habían sido mantenidas despejadas por las fuerzas de seguridad siguiendo el Protocolo Antipiquete.

Otro grupo intentó llevar a cabo saqueos en la zona del Congreso, pero la Policía Federal intervino con balas de goma y gas pimienta antes de que pudieran romper las persianas de los negocios. En esta ocasión, el operativo estuvo a cargo principalmente de las fuerzas federales de seguridad, con una menor intervención de la Policía de la Ciudad que había estado más activa en operativos anteriores.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, informó que alrededor de 18 personas fueron detenidas por las fuerzas federales y otras diez por las fuerzas porteñas. Bullrich anunció en sus redes sociales que presentará una denuncia penal contra los manifestantes responsables de los disturbios y que buscará la identificación de todos los involucrados.

La ministra también mencionó que entre los detenidos se encontraban dos ciudadanos chilenos, uno de los cuales era conocido por su participación en los disturbios en Chile en 2019. Bullrich expresó su intención de investigar a fondo el caso y buscar la expulsión de los dos chilenos involucrados en los disturbios.