El proyecto de reforma electoral que impulsa  el Gobierno se convirtió en la primera discusión del año legislativo en Diputados y también significó su primera victoria parlamentaria , al lograr las firmas suficientes para la aprobación de su dictamen.   El Gobierno contó en el acompañamiento de gobernadores provinciales  y de los diputados dialoguistas .

El plenario  comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto y Hacienda, discutió la “Ley de Reforma para el Fortalecimiento Electoral”, que además de la derogación de las PASO pretende limitar la gratuidad de la propaganda proselitista, incrementa exponencialmente el aporte que pueden realizar los privados (de un límite del 2% del total de fondos electorales, pasa al 35%) y dificulta las condiciones para convertirse en un partido nacional.

Los  principales aliados  del Gobierno PRO y MID,  avalaron la suspensión de las PASO, lo que afectaría exclusivamente al calendario electoral 2025. El radicalismo tuvo posturas divididas: Democracia para Siempre no presentó dictamen y la UCR no apoyó en su totalidad. El gobernador de Córdoba  apoyo la suspensión mediante el voto sus representantes en la bancada de Encuentro Federal.

Que un grupo de diputados firmara un dictamen propio favoreció la estrategia del oficialismo: los diputados peronistas de Santiago del Estero y Catamarca (Herreras, Daives, Ginocchio y Nóblega), que firmaron un dictamen de minoría que posibilitó que avance el proyecto de Casa Rosada.

El proyecto libertario  necesitaba 58 firmas en el debate para hacer pasar  su propuesta: consiguió 53 a favor junto a 3 en disidencia :Nieri, Sánchez, Soledad Carrizo.