En la séptima audiencia del juicio por la muerte de Diego Maradona, la acusación profundizó en los hallazgos médicos de la autopsia. Este martes, se presentaron las pruebas toxicológicas e histopatológicas, que revelaron los da��os internos del exfutbolista y determinaron si había consumido drogas o alcohol antes de su fallecimiento.

Cuatro peritos declararon ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, confirmando varios datos de la autopsia. Se estableció que Maradona tenía órganos crónicamente dañados, un corazón fuera de los parámetros normales y acumulación excesiva de líquidos. El bioquímico Ezequiel Gustavo Ventosi detalló que en las muestras de sangre, orina e hisopados no se detectaron drogas de abuso ni alcohol, pero sí sustancias médicas como Venlafaxina, Levetiracetam, Quetiapina, Naltrexona y Metoclopramida.

Los peritos Silvana de Piero y Alejandro Vega explicaron que Maradona presentaba signos de cirrosis, insuficiencia renal y falta de oxígeno en el corazón. Vega destacó que su corazón pesaba 503 gramos, el doble de lo normal, con depósitos de grasa y arterias sin elasticidad. Subrayó que varios órganos mostraban daños crónicos, lo que dificultaba la eliminación de líquidos en su organismo.

También declaró el funcionario policial Sebastián José Zabala sobre la cadena de custodia de las muestras analizadas. Al cierre de la audiencia, los fiscales anunciaron que desestimaron 18 testigos y confirmaron que el próximo jueves declararán Verónica Ojeda y las hermanas de Maradona.

Los imputados en el juicio por homicidio simple con dolo eventual son la psiquiatra Agustina Cosachov, el neurocirujano Leopoldo Luque, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Omar Almirón, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna, la médica coordinadora Nancy Forlini y el jefe de enfermería Mariano Perroni.