El Gobierno implementará una reforma en el sistema de control de la SIDE tras el escándalo por la visita del exvicepresidente iraní Shahram Dabiri, que pasó sin ser detectada por los mecanismos de seguridad en marzo.

Según informó TN, se incorporarán nuevas etapas en el proceso de autorización de ingreso de extranjeros al país. El jefe de la SIDE, Sergio Neiffert, ampliará el análisis de perfiles y sumará a los equipos del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) y la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC). Ya hubo una reunión entre los principales responsables del área, incluyendo al jefe de operaciones, Diego Kravetz. Desde el Gobierno admiten que hubo fallos y que, en vez de despidos, optaron por reforzar el sistema.

Cancillería, por su parte, ajustará el formulario para solicitar visas en consulados y embajadas, agregando preguntas como si el solicitante tiene cargos públicos. Dabiri obtuvo su visa como turista, declarando ser médico y sin mencionar su puesto en el gobierno iraní de Masud Pezeshkian.

Además, se fortalecerán los vínculos con agencias de inteligencia extranjeras como la CIA, el Mossad y la AISE italiana, especialmente en regiones donde Argentina no cuenta con presencia propia. Esto se refleja también en el caso del gendarme Nahuel Gallo, detenido desde diciembre en Venezuela, donde no hay agregado militar argentino.

En paralelo, el Gobierno planea adquirir nueva tecnología para la SIDE, incluyendo productos nacionales, con fondos que originalmente estaban asignados mediante un DNU rechazado por el Congreso. La Casa Rosada también prepara cambios estructurales en la SIDE, desplazando a personal incorporado durante el kirchnerismo, y actualizará su listado de países considerados “sospechosos”, sumando dos africanos y retirando a Emiratos Árabes.