El Gobierno argentino anuncia un cambio drástico en el sistema de subsidios para los servicios de luz y gas, con el objetivo de reducir el gasto público y alcanzar el superávit fiscal en 2024. Según lo informado por la Secretaría de Energía, aquellos que hayan comprado dólares en los últimos tres meses, viajado al extranjero en los últimos cinco años o posean una prepaga no vinculada a su empleo serán excluidos de recibir asistencia.

El nuevo esquema también afectará a los usuarios cuyas facturas de telefonía móvil superen el 25% del Salario Mínimo Vital y Móvil, así como aquellos con consumos en tarjetas de crédito o billeteras virtuales que excedan ciertos límites. Esta medida, que será presentada en audiencia pública este jueves, busca establecer una Canasta Básica Energética que determinará el consumo básico de electricidad y gas según la zona y el número de personas en el hogar.

La exclusión de subsidios se extiende a aquellos con activos considerados de lujo o recreativos, así como a quienes tengan un alto nivel de ingresos, superando ciertos umbrales establecidos. Este cambio en la política de subsidios refleja el compromiso del Gobierno con la reducción del gasto público y la búsqueda de un equilibrio fiscal.

El ministro de Economía, Luis Caputo, ha enfatizado la necesidad de recortar el gasto en subsidios, señalando que para el año 2023 representaron el 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB). Se espera que para 2024, estos subsidios se reduzcan a un 1,3% del PIB, con el objetivo específico de disminuir el gasto en el sector energético a un 1,1% del PIB.