Los descubridores sostienen que localizaron los restos de una estructura de madera en el monte Ararat, construida, según calculan, hace 4.800 años.

La noticia ha sido recibida con entusiasmo en la región del descubrimiento, con la esperanza de que esa empobrecida zona cercana a la frontera con Irán pueda convertirse en un imán para los turistas.

"El monte Ararat es la octava maravilla del mundo. Esperamos una explosión del turismo religioso. Ese puede ser el camino para acabar con los problemas de desempleo de nuestra región", afirmó a la prensa turca Hasan Arslan, alcalde de Agri, el municipio en el que se encuentra la montaña en la que, según la Biblia, encalló el arca tras el diluvio.

El documentalista chino Yeung Wing-Cheung aseguró que su equipo localizó una estructura de madera antigua a una altitud de 4.000 metros en el Ararat.

"No es ciento por ciento seguro que sea el Arca, pero sí pensamos que lo es al 99,9 por ciento", indicó Yeung en declaraciones a la agencia turca Anadolu.

Pese al entusiasmo de los locales y las afirmaciones del documentalista, la comunidad científica turca ha recibido con escepticismo el "descubrimiento".

"Para tener un barco a esa altura, el mundo habría debido estar cubierto de agua. Nunca ha habido un tiempo en el que el mundo haya estado cubierto de agua hasta una altura de 4.000 metros", afirmó Orhan Bingol, profesor de arqueología.

Necmi Karul, profesor de prehistoria de la Universidad de Estambul, esgrime los mismos argumentos y agrega que "el monte Ararat no estuvo cubierto de agua hace 4.800 años, y la historia del Arca de Noé sólo se apoya en intereses turísticos".

El experto aseguró que para preservar restos de madera de esa antigüedad se deberían haber conservado en un entorno sin oxígeno, algo que no es el caso en esa montaña, y además recuerda que los restos fósiles de conchas hallados allí tienen millones de años de antigüedad.

El diario turco Radikal se burló del descubrimiento y calificó de escandaloso que un responsable político turco hubiera participado en la rueda de prensa en Hong-Kong, sin el respaldo de una valoración científica independiente.

"El Arca de Noé ha sido hallada, sólo faltan las jirafas y los elefantes", ironizó el diario de centroizquierda sobre un descubrimiento hecho en Turquía, con unas pruebas de "carbono 14" en Irán y una rueda de prensa en Hong-Kong.

Radikal también asegura que "The Media Evangelism Ltd.", la compañía que está detrás del "descubrimiento", es dueña de un parque de atracciones de Arcas de Noé en Hong-Kong, con entradas que cuestan entre 55 y 100 dólares.

En contrapartida, hace unos años se informaba que en la parte más elevada del Monte Ararat, en la zona este de Turquía, existe una gran "anomalía", que podría ser el Arca de Noé, de acuerdo a las investigaciones que Porcher Taylor ha venido realizando con imágenes satelitales desde hace 13 años.

Leonard David de la revista Space da cuenta de estos estudios. La mencionada anomalía se encuentra a cuatro mil 663 metros de altura, está en la zona noreste del Monte Ararat y está cubierta por hielo glacial. El tamaño de la formación, de acuerdo a las imágenes del satélite, 309 metros, equivaldría a los 300 por 50 cúbitos que medía el Arca de Noé, como explica el libro del Génesis.

Porcher Taylor, profesor asociado de la Escuela de Estudios Continuos de la Universidad de Richmond en Virginia, afirmaba entonces tener "un nuevo optimismo... que va hasta donde me permita la comunidad científica para descifrar las imágenes cada vez más definitivas", y señalaba "un nuevo y significativo descubrimiento", una imagen tomada por DigitalGlobe del satélite QuickBird.

Para los investigadores, las imágenes tomadas desde el espacio permiten tener lo más avanzado, así como una vista que no se podría obtener desde el suelo y ni siquiera utilizando aviones para la observación. Para ellos, estas imágenes son "el suero visual de la verdad".