Buscan transformar la casa de Pedro Galván Catriel en un sitio histórico
La reconstrucción de la historia, la identidad y los vínculos. Las necesidades estructurales del rancho y el trabajo que realiza la familia para mantenerlo.
Nora Galván es la sobrina nieta de Pedro Galván Catriel, descendientes directos de Juan, Catalina y Matilde Catriel. Junto con su familia más cercana, Nora trata de reconstruir la vida espiritual de los pueblos originarios de nuestra zona y participa de actividades vinculadas al tema con reconocidos expertos, al tiempo que con la colaboración del historiador local Walter Minor trata de reconstruir la historia familiar.
"Con mis hermanos y mis primos no hemos tenido nada de información desde lo familiar. Siempre fue tema del que no se hablaba", recordó en una charla con el programa radial "Mejor de Mañana" en FM 98POP (98.1), donde contó que los descendientes buscan transformar la casa de Pedro en un sitio histórico para Sierras Bayas.
¿Por qué no se hablaba? "Para preservar por cuestiones de discriminación, porque mi abuela fue muy maltratada y Pedro empezó a hablar no mucho antes de su muerte", explicó Nora, al tiempo que recordó que el 9 de junio se cumplieron 12 años del fallecimiento de Pedro Galván. Para los más cercanos, el silencio es el modo de respetar su memoria.
La vecina de Sierras Bayas contó que desde la propia familia llegaba el rechazo y es así como los contactos eran limitados y nulos en algunos casos. A pesar de que hasta por enfermedad los de edad más avanzada hoy no pueden recordar, Nora reconoce que "mi abuela era la que los invitaba al silencio". En un contexto adverso, muchos crecieron y se formaron en esa distancia que imponen el silencio, el rechazo y la negación. "Pedro era muy particular. Mi abuela también era así", recordó, para señalar que le costaba abrirse y contar lo suyo.
Un rancho histórico
Pedro Galván vivió en un rancho en la zona rural de Sierras Bayas. Las tierras que habitó le pertenecieron a los Catriel por generaciones, pero el avasallamiento del hombre blanco los dejó sin nada. Tras años de reclamo legal, recuperó parcialmente su propiedad y es allí donde murió en el año 2002, rodeado de sus animales. Todo sigue a nombre de Pedro Galván, a pesar de que hace muchos años que se iniciaron los trámites sucesorios.
"Siempre hemos tratado de ir mejorando el rancho, pero parece que están ensañados. A nosotros nos causa gracia, porque cada vez que vamos a cortar el pasto paran vecinos a preguntarnos, sobre todo cuando vamos con mi papá o mi tío de La Plata", contó Nora.
Para la familia, el lugar es especial. "Vamos porque para nosotros es recordar que nos criamos ahí, corriendo entre los chanchos y los patos, juntando huevos, haciendo esa vida. Cierro los ojos y veo dónde estaba la bota de Pedro, donde la bolsa de galleta, donde colgaba los chorizos. La idea nuestra es preservarlo como bien familiar, pero por ahí los fines de semana abrirlo para que la gente lo pueda ver", contó sobre el proyecto que reúne a los primos, quienes han decidido que no se van a deshacer de la propiedad. La familia conserva fotos, documentos y cartas. La intención es organizarlos para exponerlos en el rancho y así mostrar distintos aspectos del pasado sierrabayense.
Sin embargo, han dado con un problema considerable. "Cada vez que vamos encontramos algo roto nuevo. Hay árboles añosos, había un fresno y tres eucaliptos. Al fresno lo destrozaron hace un año. La gente entra con motosierras deliberadamente. Nos robaron las aberturas. Pusimos eucaliptos medicinal para reforestar y también nos lo robaron, lo incendiaron dos veces", repasó la mujer.
Igualmente destacó que "es muy loco, porque el rancho en sí, la estructura, está intacta. La base es de piedra, y las paredes son de ladrillo y cemento".
Nora reconoció que aún no han hecho la presentación formal de la propuesta en vista de que sigue en juicio de sucesión el título de propiedad de la casa. ¿En qué consiste el proyecto? "La idea es abrir el rancho para quien quiera ver lo que hubo. Armamos un proyecto que lo presentaremos porque no necesitamos mucho dinero. Lo tenemos que restaurar de tal manera de dejarlo lo más parecido a lo que era, pero el tema es que las líneas de luz las cortaron y se robaron los cables, y al pozo de agua le han tirado chapas. Necesitamos tener esas cosas para empezar a quedarnos, porque si cada cosa que hacemos nos la destruyen sería mucho trabajo de gusto".