Gustavo Spaltro viajará al Vaticano y conocerá al papa Francisco
Si las cosas tienen que ocurrir, ocurrirán. Para bien o para mal. Gustavo Spaltro sin dudas puede dar fe de eso. La vida le asestó hace poco menos de nueve años el golpe más certero e inesperado, el peor de todos, como lo es la muerte de su hija.
Sin embargo, desde ese entonces diversas situaciones se comenzaron a dar que hasta podrían verse como señales. Quizás una de las más simbólicas es las estrellas amarillas pintadas en el asfalto con las que se topó por casualidad y vio en ellas cómo homenajear a su hija.
Hoy, está tan sólo a unos pocos meses de poder cumplirle con una promesa que le realizó años atrás: estar cara a cara con el papa Francisco para poder entregarle una remera con el rostro de su hija Nadia, enmarcada en una estrella amarilla, buscando llevar su recuerdo lo más alto posible.
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