Picazón y secreción en los ojos, hinchazón en los párpados y sensibilidad a la luz son algunos de los síntomas que suelen presentarse en un cuadro de conjuntivitis, un trastorno que tiende a minimizarse, pero que si no se atiende correctamente puede traer severas consecuencias para nuestra salud visual.

Si son de origen infeccioso, los especialistas recomiendan el aislamiento y la higiene como medidas preventivas para evitar el contagio a otras personas.

La conjuntiva es una membrana muy delgada que cubre por dentro la superficie del párpado, en permanente contacto con la esclerótica, la parte blanca del globo ocular.

Su inflamación se denomina la conjuntivitis y en caso de ser causada por virus, es muy contagiosa.

La oftalmóloga del Hospital Italiano de Buenos Aires, Eliana Segretin, explicó que la conjuntivitis puede producirse por infecciones e inflamaciones.

Dentro del primer grupo se encuentran las virales y bacterianas, y en el segundo, las irritativas y alérgicas.

"Estas últimas son especialmente frecuentes en esta época del año, por el proceso de polinización que se produce en otoño", indicó.

"El síntoma básico de la conjuntivitis alérgica es la picazón y la congestión ocular", precisó. Y su duración depende de cada paciente: "Puede ser de una semana, un mes o incluso puede extenderse por todo el año como cualquier alergia En tanto, las conjuntivitis denominadas irritativas se desencadenan por la exposición a algún producto tóxico, y su duración y consecuencias dependen del grado de toxicidad, por lo que es frecuente que terminen por producirse úlceras.

Virales y bacterianas

La oftalmóloga señaló que "las virales son frecuentemente producidas por adenovirus y son las más complicadas". Asimismo, dijo que son causa de ausentismo laboral y sobre todo escolar, "debido a que la escuela suele ser un foco de contagio entre los chicos". Y si bien están presentes durante todo el año, señaló que son más ocurrentes en verano por el uso de piletas o en invierno cuando pueden ir acompañadas por infecciones en las vías respiratorias superiores.

"Las conjuntivitis virales son las más contagiosas. Por lo general comienzan en un ojo y luego se bilateralizan. El período de contagio dura dos semanas, mientras que se puede estar con los síntomas hasta un mes", indicó.

Es que no existe una medicación que la cure. Sólo se indican gotas para mejorar el cuadro, así como se recomienda realizar compresas con agua fría.

En tanto, las bacterianas son las clásicas conjuntivitis en las que sufrimos la molestia de los "párpados pegados". Se presentan en los dos ojos con una secreción de color blanco amarillenta. Y pueden ser tratadas con antibióticos.

Evitar el contagio

La forma más común de contagio es el contacto directo, ya que las secreciones pueden quedar presentes en las manos, las superficies o cualquier objeto que la persona haya tocado.

"El lavado de manos es una medida fundamental, y una vez que una persona fue diagnosticada debe recurrir al aislamiento para evitar contagiar a otros si se trata de una conjuntivitis infecciosa", señaló Segretin.

En general, son los ambientes cerrados y con poca ventilación los que favorecen la propagación de las formas infecciosas de conjuntivitis.

No obstante, las alérgicas suelen aparecer en otoño y en primavera por el proceso de polinización.

Mientras que también juegan en contra los lugares cerrados, con mobiliario tapizado o alfombras donde se concentran las partículas alergénicas: el polvillo y los ácaros.

Para las infecciosas, la oftalmóloga recomendó evitar también el uso compartido de elementos personales, como toallas, pañuelos y maquillajes. E incluso, los especialistas afirman que los propios envases de los colirios pueden constituirse en un factor de contagio si no se los usa adecuadamente.

Por último, Segretin instó a acudir al oftalmólogo ante los primeros síntomas para ser correctamente diagnosticado y tratado

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