LIBRITO CONFUNDIDO
Los libros escolares, destinados a los alumnos de la sexta serie de la educación elemental (entre 12 y 13 años), llegaron a ser distribuidos y según el cotidiano Folha de Sao Paulo incontables profesores y hasta estudiantes se quejaron de los errores cometidos en el mapa sudamericano.
En el mapa, Uruguay fue confundido con Paraguay, pero la nación paraguaya aparece una segunda vez ocupando prácticamente la mitad sur de Bolivia. El corte en el mapa también eliminó a Ecuador y parte de Colombia, conforme reproducciones aparecidas en los periódicos.
Para la profesora Sonia Castellar, docente de Metodología de Enseñanza de Geografía en la Universidad de Sao Paulo, el mapa es "un horror, es un error gravísimo".
Además de confundir Uruguay con Paraguay, al excluir a Ecuador del mapa es imposible responder una de las preguntas preparadas para los alumnos en el mismo material, sobre los países que no hacen frontera con Brasil. El libro escolar contiene también numerosos errores de ortografía, apuntaron profesores.
La secretaría de Educación del Estado de Sao Paulo informó que en su sitio web oficial ya alertó a los profesores sobre los errores cometidos en el mapa sudamericano, pero adelantó que el material no será sustituido, siendo que los profesores fueron orientados a informar a los alumnos sobre la corrección.
De acuerdo con la secretaría, la confección del libro escolar fue responsabilidad de una fundación especializada, la Fundación Vanzolini, que se defendió alegando que el material fue elaborado por profesores de geografía indicados por las autoridades educacionales del Estado de Sao Paulo.
FUSILES VIEJOS
La crisis ha llegado también a Guatemala: el ministro del Interior, Salvador Gándara, anunció que repararán 900 fusiles viejos para combatir el crimen organizado, que utiliza el último grito en armas, y se niega a utilizar 34 millones de dólares para equipar a la policía.
"Visitamos la bodega (de la policía) con el presidente (Alvaro) Colom y vimos muchas de esas armas que serían útiles, pero tienen desperfectos o les falta algo para funcionar", afirmó el ministro a la prensa local.
Los 900 viejos fusiles AK-47, AR-15 y M-16 serán reparados y entregados a las fuerzas de choque contra grupos criminales de alto poder.
El ministro instó, asimismo, al Organismo Judicial (Corte de Justicia) que entregue a las fuerzas de seguridad las armas decomisadas al crimen organizado. "Antes de que se pudran en bodegas judiciales, las podríamos utilizar nosotros. También podrían ser usados los automóviles y otros bienes útiles decomisados al narcotráfico", agregó.
Según el ministro, en los primeros 50 días de este año la Policía Nacional Civil decomisó 772 armas a grupos criminales, mientras que el año pasado la cifra fue de 4.562 armas, entre éstas 74 fusiles AK-47, 28 fusiles AR-15, 18 Galil, 10 M-16, nueve Miniuzi, cinco subametralladoras y cinco fusiles Fal. El anuncio de Gándara fue criticado por varios sectores sociales y políticos, sobre todo porque se niega a utilizar los 34 millones de dólares para equipar a las fuerzas de seguridad, ya que pretende transferir los recursos para que el Ejecutivo los utilice en lo que estime conveniente.