La alimentación de los higienistas es mayormente cruda -sin cocinar-, y si bien consumen muchas verduras, las frutas son la estrella de la dieta. Ésta es una de sus principales diferencias con los vegetarianos o veganos, así como el énfasis en la combinación de los alimentos. No mezclar frutas con vegetales y frutas ácidas con frutas dulces, son dos mandamientos higienistas. "Por ejemplo, si mezclas un kiwi con un plátano (banana) generas algo tóxico porque nuestro organismo no lo puede digerir. Se genera una putrefacción en el estómago y el aparato digestivo. Si haces un tutti-frutti (ensalada de frutas) es peor que comerte un pollo con papas fritas", dice el profesional. "Cuando haces buenas mezclas, hay buenos huesos, buenos tejidos, buenas defensas, y cuando haces malas mezclas se producen las enfermedades por malos tejidos, malas defensas, malos huesos", sostiene. Carnes de todo tipo, leche vacuna, azúcar, harina y sal refinadas, alimentos procesados por la industria con alta carga tóxica (aditivos, colorantes, conservantes, etc.), no existen en el menú higienista. Los profesionales del higienismo no emplean medicamentos para curar enfermedades. Tampoco hacen exámenes clásicos. Realizan, en cambio, un estudio llamado biodiagnosis, que dura una hora y media, y revela la historia clínica del paciente a través de un cuestionario. Más info: www.higienismo.cl