Las cesantías, ocurridas en Villa María, Río Tercero y Fray Luis Beltrán, reavivaron los recuerdos de los penosos hechos ocurridos en el verano pasado y ayer, a casi 8 meses del cierre de Fanazul, uno de los referentes de los trabajadores en lucha por reabrir la planta expuso la situación que viven en el acampe instalado en inmediaciones de la Municipalidad de Azul.

Jorge Omar Menchaca, quien se desempeñara como trabajador en Fanazul durante 30 años y también era delegado de ATE, advirtió que a raíz de los despidos "lamentablemente estamos en una situación desesperante: tenemos un compañero de trabajo en situación de calle; y tenemos compañeros con conflictos matrimoniales", declaró entrevistado en el programa "Mejor de mañana" (FM 98Pop). Instalado en el acampe dispuesto "al otro día que nos despidieron, el 29 de diciembre", el ex trabajador resaltó que "todavía lo mantenemos y lo vamos a seguir manteniendo hasta tanto se cumplan las próximas elecciones".

Menchaca confirmó que por estos días recibieron la ayuda anunciada por Marcelo Villegas, ministro de Trabajo bonaerense. Con esa suma les alcanzará "para tirar dos o tres meses, a lo sumo". En ese sentido, recordó que fue fruto de una promesa del gobierno provincial "cuando nos fuimos a la vera de la ruta 80, donde está enclavada la Fábrica Fanazul, donde había compañeros de Córdoba desarmando parte de mantenimiento".

En ese momento, con el afán de impedir el traslado de las maquinarias "fuimos y no permitimos que sacaran absolutamente nada y ese día se gestó que nos iban a dar la plata para que salgamos de ahí y también para que salgamos del acampe, cosa que no vamos a hacer bajo ningún punto de vista", enfatizó.

Menchaca explicó que la acción cumplió su cometido en forma parcial: "Lo primero que hicieron fue desarmar Mantenimiento, que no se alcanzaron a llevar todas las cosas pero sí en la planta de dinamita se llevaron las tres prensas; sacaron K1, que es un edificio donde arranca la materia prima de la dinamita; se llevaron todo lo de Administración; se llevaron de Laboratorio; toda la parte de Almacenes, donde estaban todos los repuestos, ropa, etc.".

Sin embargo, el dirigente mantiene ciertas expectativas de volver operativa a la fábrica en el futuro porque "lo que ha quedado hasta el momento y no han desarmado todavía es la planta de nitroglicerina y la de TNT, que todavía no han alcanzado a desarmar. La planta de nitroglicerina es el corazón de la fábrica, así que tenemos esa pequeña esperanza: si no se llevan eso, el día de mañana la planta se puede volver a poner en marcha". Si esas aspiraciones se cumplieran, de todas formas el funcionamiento se vería muy acotado. "Lógicamente que va a costar un montón pero no perdemos las esperanzas de que con otro cambio de gobierno se pueda revertir la situación, por eso es que seguimos en la lucha todavía".

Lucha diezmada

El ex operario de Fanazul reconoció que las urgencias económicas han ido diezmando la resistencia de los trabajadores y en la actualidad en el acampe "hemos quedado muy pocos. De 220 que éramos, arrancamos 70 la lucha y hoy quedaremos entre 20 y 25 compañeros". De todas formas, la recesión y el ajuste los siguen golpeando, ya que "muchos" de los cesanteados "se fueron de Azul. La mayoría está haciendo changas; y otros han conseguido trabajo genuino pero son los menos, de los 220 han conseguido trabajo en relación de dependencia 10 trabajadores; el resto está luchando".

Producto del modelo económico aplicado por el gobierno, ahora los despidos ocurren en la provincia de Córdoba, pero en Azul no guardan el mejor de los recuerdos cuando llegaron operarios de Fabricaciones Militares desde esa provincia para realizar el traslado de maquinarias luego del cierre de Fanazul.

"Lo lamentable de todo esto fue que los cordobeses, por ejemplo, no nos ayudaron en la lucha porque ellos decían que se iban a salvar, porque decían que como (el ministro de Defensa, Oscar) Aguad se postula o se va a postular para gobernador de la provincia de Córdoba, ellos no nos iban a ayudar nunca". Mechaca evocó que "vinieron cuando esta fábrica se cerraba y que no iban a ayudarnos nunca. Ellos hoy se encuentran en la misma situación y lamentablemente esto es una guerra de pobres contra pobres porque a ellos no los tocaron, no les cerraron la fábrica, y a nosotros sí".

"Como podemos"

En ese contexto, el ex empleado de Fanazul evaluó que "el gobierno está haciendo un genocidio, quiere hacer desaparecer Fabricaciones Militares; da toda la sensación. Ellos vinieron a terminar el trabajo que no pudieron concretar en los años 90 y ahora lo quieren hacer. Indudablemente, porque a la fábrica Beltrán, que hace los chalecos antibalas, ya hace rato que no se los compran y no los hacen hacer en Argentina, sino que se los compran a Israel sistemáticamente, para dejar sin trabajo a toda esta gente".

Mientras tanto, en el acampe "seguimos como podemos. El viernes 24 hay un plenario de ATE en Ensenada, donde vamos a exponer todos los problemas, inclusive en el Astillero (Río Santiago), donde también lo quieren desguazar porque hoy trabajan 3 mil compañeros y eso sería terrible para la provincia de Buenos Aires".

De todas maneras, Menchaca sostuvo que "lo nuestro va a continuar, a pesar de que el intendente (Hernán) Bertellys nos quiere sacar del acampe porque ya empiezan a hacer campaña para las elecciones y dijimos que no vamos a salir del acampe porque cuando estuvo (el diputado nacional Agustín) Rossi en Azul nos prometió que si ganaba el peronismo reabría la fábrica".

Con ese objetivo de recuperar las fuentes de trabajo, "vamos a aguantar hasta las últimas consecuencias. Estamos aguantando bien con temperaturas bajo cero. Cada vez nos cuesta menos, ya estamos curtidos en esto y vamos a seguir en el acampe", afirmó.