Más de cuatro décadas abrazado a la abogacía
"En La Plata, mientras trabajé allí, me empezó a gustar una determinada rama de la abogacía. Fue una opción porque tuve respaldo de profesionales que hacían Civil y Comercial, hacían Laboral, también Derecho Administrativo, en aquel momento, así como divorcios y demás cosas que se hacían en aquellas épocas. Con ese conocimiento me vine para Olavarría. Eran épocas difíciles para hacer Penal, porque había que ser muy valiente para eso porque era época de militares. Entonces si te ponías a defender a alguien lo primero que hacía la policía era investigarte, es decir investigaba al abogado, por qué intervenía en esos asuntos. Y eso me alejó de lo que es Penal, y podía haberlo hecho, sin dudas. Era una época muy dura, para todos y para los abogados también. Había algunos abogados que hacían Penal, claro, pero eran los de mayor edad -yo tenía 25 años- porque ya eran conocidos" continuó contando acerca de aquella experiencia en sus primeros pasos como abogado y que lo sigue haciendo hasta estos días Osvaldo, casado con Mirta Linares (endocrinóloga), "y ya llevamos más de cuarenta años juntos. Tuvimos tres hijos: Diego (39, abogado), Damián (endocrinólogo, que vive en La Plata) y Ana Virginia (licenciada en educación física, que vive también en La Plata), quien nos dio el primer nieto, Vito" dice, y allí se emociona como nunca antes en la charla, que siguió así:
¿Osvaldo, había algún abogado en su familia que le gustó esta profesión?
No, no había abogados en mi familia. Lo que sí había era un padre que le hubiese gustado estudiar, pero eran épocas en las que la mujer era ama de casa (mi mamá, Cecilia Giunta) y el hombre no llegaba a sexto grado, pero mi papá (Osvaldo Terencio) mentalmente estaba más allá y entonces comenzó a hacer trámites jubilatorios y allí me empezó a gustar. A los 12 o 13 años me sentó a una máquina de escribir para llenar planillas para trámites jubilatorios y seguros. Mi hermana mayor (Ethel, 80, que está viviendo en España, "al lado de Barcelona, con su hija y la familia de su hija", cuenta) no le gustó estudiar, aunque mi padre la incitó a hacerlo como hizo conmigo.
¿Entonces allí, con la máquina de escribir y haciendo planillas, se despertó la vocación?
Exactamente. Así fue. Y enfilé hacia la abogacía. Mi trabajo específico actualmente -en un momento en que estoy por jubilarme, aunque igualmente continuará ejerciendo la profesión un tiempito más- es Civil y Comercial, que es lo que más me gusta. Ahora estoy estudiando de nuevo, ya que cambió el Código. Nosotros estudiamos con un Código Civil y con un Código Comercial, y ahora existe Civil y Comercial juntos en los que hicieron importantes modificaciones. Entonces se introdujeron muchos elementos que ya los jueces interpretaban que debían manejarse de esa manera, y quienes hicieron el Código lo aplicaron a las normas de Civil y Comercial. Hay mucho modificado para bien, como en el tema familia, que tuvo tremendos cambios y se le ha dado mayor influencia a la concubina -que ahora se llama conviviente-, que antes no tenía casi derechos. Sólo tenía, desde hace años, el derecho a percibir la pensión del esposo, entre comillas, y el resto de los derechos sino había una propiedad a nombre de los dos, perdía la posibilidad de recibir algo en ese sentido.
¿En lo comercial, con la situación económica complicada es cuando aparece mayor cantidad de juicios?
Sí. Aunque acá en Olavarría no se nota tanto. En el Departamento Judicial de Azul, al que pertenece Olavarría, no ha habido tanta cantidad de despidos, y mejor así. Cuando hay estas situaciones de crisis, son temas laborales en el que el abogado interviene entre empleado y empleador. En litigios comerciales, en el tema de empresas, que son personas jurídicas, puede suceder que tengan litigio entre dos empresas y cada una pone su profesional. El resto son cuestiones como pueden ser problemas laborales como las paritarias, donde los sindicatos ponen a sus abogados y la parte empresaria pone a los suyos y cada uno defiende los respectivos intereses de cada parte, con el Ministerio de Trabajo como mediador.
¿Y en lo Civil, donde aparece el abogado para aportar su trabajo?
En lo Civil aparece el abogado a partir de las sucesiones, que es lo más común que se puede realizar; en los daños y perjuicios, con accidentes de todo tipo; o en prescripciones, es decir cuando alguien habita un bien, que puede ser un terreno o una casa, y no tiene el título de propiedad, y lo hace durante una determinada cantidad de años justificando que lo estuvo habitando y justificando que no hubo posesión de alguien que es el verdadero propietario, por lo que se puede obtener la escrituración a nombre de esa persona y para ello hay que hacer un trámite judicial. Es decir, hay muchísimas formas para trabajar en lo Civil. Es más, en los accidentes las dos partes tienen razón, cuando dice que yo iba a pasar, el otro dice ya pasé, así se producen los choques y maniobras de motociclistas que son difíciles, no sólo de hacerlas sino de probar la culpabilidad. Hay que tener en cuenta que nuestras leyes vehiculares le da prioridad en primer lugar a los peatones, después a las bicicletas, luego a las motos y por último a los autos, por lo que si se produce un accidente no pudiendo probar que esa persona de menor porte ha hecho una imprudencia, la culpabilidad siempre la va a tener el que conduce el automotor.
¿De dónde surgen las raíces de nuestro Derecho?
No siempre se dice eso. Las bases de nuestro Derecho están en Roma. Nosotros utilizamos, lo que se formó 300 años antes de Cristo en el derecho romano. Es decir que Roma comenzó a formar un derecho que era utilizado como derecho público y como derecho privado, con distintas características. Luego pasó a la Edad Media, que siguieron con ese principio que se usaba en prácticamente en toda Europa, incluido Inglaterra. Y finalmente pasó de Italia a España, Alemania, Francia y otros países, y de ahí a Sudamérica. Por eso se utiliza el sistema de códigos. Esos códigos nacieron en Roma. Roma es nuestra cuna y es la primera materia que normalmente estudiamos en la facultad de Derecho. Y tenemos que tenerlo presente, porque es nuestro padre en nuestro Derecho. Con el paso de los siglos Inglaterra se apartó del derecho romano y formó su propio derecho, que se crea o se toma en cuenta lo que dicen los jueces, es decir casi unánimemente en ese país opinan algo y esa opinión vale como ley. Eso pasa a Estdos Unidos y a los países satélites de Inglaterra. Nosotros lo único que utilizamos de ese sistema legal son los juicios por jurado, que comenzaron a usarse en la Argentina. El resto, no lo utilizamos. El derecho romano parece que se ha perdido, pero no es así.