Sus impulsores dicen que no es una orquesta de abuelos que hacen música con instrumentos de papel, sino un programa social. "Técnicamente, le llamamos ´orquesta´", dice la psicóloga Laura Luna, coordinadora del grupo en la Capital Federal. Pero es mucho más que eso: ellos crean los propios instrumentos que usan y cantan canciones con letras compuestas por Strada sobre melodías conocidas. Cada canción es una historia.

¿Hace falta saber música? No -dice Luna-. Hace falta saber hacer "tutu" y tener más de 60 años".

La mayoría son mujeres, y no sólo porque suelen ser más longevas, sino porque "a los hombres les cuesta más aceptar su parte sensible -explica-. Actúan en teatros, festivales, escuelas, jardines maternales, geriátricos. Cada uno paga una cuota de 10 pesos por mes y con lo que el público aporta en los shows, cubren gastos y pagan viáticos.