El reconocido economista Gonzalo Chávez expuso un análisis crítico sobre la reciente medida del gobierno boliviano, el decreto 5271, que permite la importación privada de combustibles bajo ciertos controles estatales. Según Chávez, aunque esta autorización representa un intento de aliviar la crisis de abastecimiento, podría ser insuficiente y tener consecuencias imprevistas. “La gasolina más cara es, sin duda, la que no hay”, comentó, resaltando los desafíos de fondo que enfrenta el mercado de hidrocarburos en Bolivia.

“Un medio libre mercado”: Chávez cuestiona controles en importación privada de combustibles

El decreto 5271 permite a productores agropecuarios, gasolineras y personas jurídicas la importación y comercialización de combustibles, pero no sin antes registrarse y cumplir con ciertos requisitos impuestos por la Autoridad Nacional de Hidrocarburos (ANH). Chávez enfatiza que esto no es una liberalización completa del mercado, como muchos podrían pensar, sino una suerte de “medio libre mercado”, donde el gobierno mantiene el control de precios y determina la autorización. “No se trata de que cualquiera pueda cruzar la frontera, cargar gasolina o diésel en el país vecino y regresar como si trajera pan de la esquina”, advirtió.

El economista detalló que el precio final de los combustibles importados no contará con subsidio estatal, y los importadores deberán ajustarse a los precios establecidos por la ANH, que estarán alineados a los costos de la gasolina premium y el diésel de reciente aumento. Esta medida, señala Chávez, significa que “los precios ciertamente estarán más elevados y sin descuento para nadie”.

“El dólar comienza a trepar como un gato en tejado caliente”

Uno de los puntos más preocupantes en el análisis de Chávez es la escasez de dólares. Para concretar las importaciones de combustible, los importadores necesitarán divisas, cuya escasez ya afecta al mercado. Actualmente, el precio del dólar en el mercado paralelo ha alcanzado niveles de hasta 10,50 bolivianos. “Con la demanda subiendo de dólares para financiar estas importaciones, el dólar comienza a trepar como un gato en tejado caliente”, afirmó Chávez, anticipando un encarecimiento adicional en el tipo de cambio que impactará en toda la economía.

Impacto en sectores clave: “El alimento más caro es el que no existe”

El análisis también destaca cómo esta medida afectará a sectores dependientes de los hidrocarburos, como el transporte, la minería y la producción agrícola. Chávez anticipa que los costos más altos se verán reflejados en el precio de productos básicos, particularmente los alimentos. “El alimento más caro es el que no existe”, señaló el economista, advirtiendo que el costo de los insumos podría dispararse, lo cual terminará repercutiendo en los precios de productos esenciales en los supermercados.

“La realidad del mercado se va a imponer”

Finalmente, Chávez subraya que esta medida representa apenas un respiro temporal, y no soluciona los problemas de fondo. “No hay almuerzo gratis, como dicen en Economía. La realidad del mercado se va a imponer”, comentó. Entre los desafíos estructurales pendientes, destacó la necesidad de controlar el gasto público, flexibilizar el tipo de cambio, asegurar la independencia del Banco Central y diversificar las exportaciones.

Para el economista, el decreto 5271 es “un parche” que si bien puede ayudar a dar estabilidad a corto plazo, no aborda los problemas de fondo. “Este es un shock de realidad. Mientras no abordemos los temas de manera integral, seguiremos bailando al ritmo de parches”, concluyó Chávez, llamando a una revisión más profunda de la política económica nacional.

Esta nota resume el análisis de Gonzalo Chávez sobre el decreto 5271 y su visión de la situación económica en Bolivia, destacando los desafíos y posibles repercusiones en el mercado y en la vida cotidiana de los bolivianos.